Rusia acusa a EE. UU. de "estándares dobles" en la lucha antidroga
Los representantes de Rusia y EE. UU. volverán a discutir su colaboración en la lucha contra las drogas la próxima semana, informó Gil Kerlikowske, el responsable antidrogas estadounidense, a la agencia RIA Novosti.
El funcionario norteamericano planea analizar las posibilidades de cooperación de los dos estados en Afganistán, que actualmente es uno de los principales suministradores mundiales de heroína, la organización de los entrenamientos para policías antidrogas rusos y, además, examinar la metodología de tratamiento de la drogadicción durante el encuentro con su colega ruso, el director del Servicio Federal de Control de la Droga, Víctor Ivanov, que se celebrará el 4 de febrero en Moscú.
Según Kerlikowske, la situación en Afganistán será uno de los temas más importantes del diálogo. "El nivel de producción de opio se ha rebajado considerablemente en este país. Sin embargo, entendemos que queda uno de los suministradores principales de heroína no sólo para Rusia, sino para otros estados. Queremos colaborar con la parte rusa para reducir estos suministros", dijo.
Anteriormente, Víctor Ivanov informó de que "Rusia se igualó con Europa occidental en el número de personas que toman drogas", achacándolo, en particular, a la producción masiva e incontrolada del opio en Afganistán. Al mismo tiempo, precisó que Estados Unidos lidera como antes en el consumo de las drogas e indicó la diferencia que existe entre el consumo ruso y el estadounidense. Según el funcionario, los drogadictos norteamericanos toman cocaína producida en América Latina; por su parte, Rusia se enfrenta contra el torrente de las drogas afganas tanto como la Unión Europea y la Comunidad de Estados Independientes.
En esta situación la parte norteamericana realiza una política de "estándares dobles", cree Ivanov. Asimismo, las autoridades de EE. UU. organizan verdaderas operaciones militares contra narcotraficantes en América Latina. En cambio en Afganistán, donde continúa la guerra de Estados Unidos contra los talibanes, los estadounidenses prefieren ignorar las plantaciones de opio para no pelear con las autoridades locales, relacionadas con los narcotraficantes. Asimismo, los militares de EE. UU. destruyeron sólo poco más del 3% del cultivo de la adormidera "principalmente por medios mecánicos" en 2008, indicó Ivanov.