Un tribunal de Moscú examina la petición de la heredera de los Románov

Un tribunal de Moscú continuará examinando la petición de la gran duquesa María Románova. La descendiente de la dinastía de los emperadores de Rusia no está de acuerdo con la decisión de la Fiscalía, que canceló el asunto sobre el asesinato de la familia del último zar ruso, Nicolás II.

El año pasado este caso fue examinado por la Presidencia del Tribunal Supremo de Rusia, que determinó que los miembros de la familia real no perdieron la vida por las acciones de unos criminales, como se consideraba anteriormente, sino que fueron fusilados por orden de las autoridades soviéticas. En resumen, el Tribunal les reconoció como víctimas de represiones, lo que adquiere el rango de acto político.

Posteriormente el Comité de Instrucción (CI) de la Fiscalía sobreseyó la causa por defunción de las personas que realizaron aquella matanza premeditada. Por su parte, María Románova no se conformó con la acción de los fiscales y presentó su petición, insistiendo en que el CI le dio a entender que el fusilamiento de la familia real es un delito común. Sin embargo, considera que esta calificación del crimen es falsa y quiere que se reconozca el proceso como un delito político.

El último emperador de Rusia, Nicolás II, su esposa, sus cinco hijos y su médico personal, Evgueni Botkin, junto con tres servidores fueron fusilados por los bolcheviques en la ciudad de Ekaterimburgo el 17 de julio de 1918. Sus cuerpos fueron destruidos con ácido y enterrados en un bosque. Los restos del zar ruso y de algunos miembros de su familia no fueron hallados hasta 1979 y, tras ser identificados, fueron sepultados en San Petersburgo en 1998.