El Banco Mundial presta asistencia financiera a Honduras
El Banco Mundial anunció la reapertura de sus créditos para Honduras, congelados en 2009 tras el golpe de Estado contra el entonces presidente Manuel Zelaya.
La entidad financiera prometió destinar 390 millones de dólares en cooperación a Honduras, 270 millones en desembolsos retenidos a raíz del golpe de Estado a Manuel Zelaya en 2009 y 120 millones en recursos frescos.
El director gerente del BM, Juan José Daboub, que fue a Tegucigalpa para realizar una visita de dos días, oficializó la reanudación de la ayuda para Honduras al término de una reunión con el gobernante hondureño, Porfirio Lobo, en la Casa Presidencial.
"Estamos presentes para continuar apoyando a los hondureños, especialmente a los grupos más vulnerables", dijo Daboub en una rueda de prensa conjunta con Lobo.
Los 270 millones de dólares congelados desde 2009 corresponden a unos 17 proyectos de desarrollo "que están en marcha" y podrán ser reorientados por el Gobierno de Lobo.
Añadió que los otros 120 millones de dólares son "frescos, disponibles para las prioridades que nos señale el Gobierno", y que serán otorgados en términos blandos, a un plazo de 30 años, con 10 años de gracia y sin intereses.
Por su parte Porfirio Lobo acogió la decisión del organismo financiero como un paso que le da "muchísima esperanza y satisfacción", e indicó que los proyectos que recibirán financiación buscan "beneficiar a la población más pobre", agregando que el BM también dará asistencia técnica a su Gobierno en áreas como transparencia en las compras del Estado, apoyo a la empresa privada para impulsar inversiones y generación de empleo, y en un programa para ampliar la base tributaria.
El Banco Mundial se suma así a Estados Unidos, que el pasado mes prometió reanudar en breve la ayuda al país centroamericano. Otros países han comenzado a normalizar sus relaciones con Honduras, que sigue buscando el reconocimiento de la comunidad internacional a la nueva Presidencia.
Antes del golpe de Estado, Honduras estaba ingresando cerca de mil millones de dólares al año en concepto de prestamos extranjeros, ayuda humanitaria y petróleo venezolano, lo que en total representaba el 20% de su presupuesto nacional.
Los organismos financieros internacionales paralizaron sus desembolsos a Honduras a raíz del derrocamiento de Zelaya el 28 de junio de 2009, aunque el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) anunció recientemente que reanudará los suyos.
El Gobierno de Lobo, que asumió el poder el 27 de enero de 2010, hace esfuerzos por lograr el pleno reconocimiento de la comunidad internacional, donde todavía se considera que las elecciones que Lobo ganó el 29 de noviembre se celebraron en un marco de ruptura constitucional.