Fuerzas de intervención festejaron el día a puertas abiertas

La unidad especial de intervención de Moscú llevó a cabo una jornada a puertas abiertas. En presencia de varios representantes de la élite política rusa, el cuerpo demostró sus capacidades para controlar cualquier tipo de situaciones de emergencia a los medios de comunicación, así como a los alumnos de varios colegios policiales, los miembros de las familias de los oficiales mismos y los vecinos de la localidad de Stroguinó.

Tras una corta introducción del subjefe de la policía de seguridad pública, Viacheslav Jáustov, los jefes entregaron hombreras, medallas y otras condecoraciones estatales al personal suboficial y oficial de la unidad. El Delegado Presidencial para los Derechos Humanos que asistió a la jornada, Vladímir Lukín, acompañó a la muestra con palabras instructivas: “Siempre hemos dicho a los oficiales de la unidad especial que desempeñan un papel importante en la protección de los ciudadanos de la Federación Rusa. Por eso deben trabajar fuerte para que los rusos respeten sus propios derechos, el Estado y a ustedes como representantes del Estado”.

Luego varias escenas magníficas representaron métodos de control de reuniones no autorizadas, de combate en recintos y de captura de un supuesto terrorista. El espectáculo montado en un polígono previó el envío de cien policías del mismo regimiento a la República de Chechenia. Desde el lunes, es el turno del grupo especial de Moscú en acompañamiento de la salvaguardia chechena, donde van a reemplazar a sus pares de Nizhni Nóvgorod.

Por una buena tradición rusa la jornada a puertas abiertas se convirtió en una fiesta popular e incluso familiar, puesto que los oficiales invitaron a sus esposas e hijos. Los niños, tras disparar una ametralladora, se divirtieron saltando de montículos de nieve. La gente degustó platos de comida típica de un regimiento policial en marcos de un banquete campestre.