Los mandatarios mundiales hacen balance del año 2009
Hacer el balance del año cuando éste llega a su fin es una práctica habitual para muchos mandatarios mundiales.
El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, mantendrá la tradición y repasará lo sucedido durante 2009 el próximo 30 de diciembre tras la última reunión del año del Consejo de Ministros.
Comparecerá ante los medios de comunicación en el Palacio de la Moncloa. El año pasado, la seguridad y la lucha contra el terrorismo fueron prioridades del Ejecutivo español. Este año el presidente del Gobierno analizará también el progreso de la financiación autonómica y la situación de la economía.
En Estados Unidos, Barack Obama termina el año con varios logros en su haber: la economía ha evitado una nueva ola de recesión y ha comenzado a crecer de nuevo. Sin embargo, quedan muchos asuntos pendientes: todavía no se aprobaron las reformas migratoria y del sistema de salud. Además, las guerras en Irak y Afganistán están lejos de terminar.
El presidente venezolano, Hugo Chávez, en su programa dominical “Aló, presidente!”, no deja de resaltar la importancia de la política de las tres “R”: "revisión", "rectificación" y "reimpulso" de la Revolución Bolivariana. Destacó que en 2009 Venezuela siguió tejiendo relaciones con países de la región y estrechó la cooperación con otros aliados menos tradicionales como Irán, China o Rusia. Las prioridades para el año 2010 son revitalizar el sector eléctrico y reducir el índice de delincuencia en la república.
Guatemala termina 2009 con saldo negativo. Los índices de violencia de este año no tienen precedentes, las áreas de seguridad y estabilidad política también requieren cambios. El Gobierno concentra sus esfuerzos en el ámbito social y pretende asegurarse el triunfo electoral en 2011.
El 21 de diciembre, el Sumo Pontifice Benedicto XVI dirigió un discurso a los cardenales y miembros de la Curia Romana. Intercambió felicitaciones por la Navidad e hizo el balance del año. El Papa declaró que éste ha sido un año vivido “bajo el signo de África”, no sólo a causa del primer viaje que ha hecho a ese continente como Pontífice, sino también gracias al Sínodo africano. El Pontífice aprovechó la tradicional audiencia para evocar algunos de los grandes acontecimientos de su ministerio y de la vida de la Iglesia en el año que se va. También destacó la máxima importancia de la política de reconciliación, justicia y paz.