La autoridad sanitaria rusa no aprueba las importaciones de pollo clorado
La Administración rusa ha prohibido desde enero la importación de carne de pollo desinfectada con productos clorados. Según los expertos, esta medida va a tener importantes consecuencias en el consumo de carne y provocará un alza de los precios y deficiencias en el mercado.
La decisión influirá en la importación de carne de pollo procedente de EE.UU., que es el principal abastecedor del mercado ruso y donde la utilización de productos clorados está muy extendida. Se estima que dicha prohibición podría impedir la importación de unas 500.000 toneladas de carne de pollo de ese país.
En la UE, la importación de carne de pollo clorada está prohibida desde 1997. Pero según los analistas el mercado de la Unión es autosuficiente a diferencia de Rusia y la sustitución del pollo americano será un proceso de larga duración.
Al mismo tiempo, según Gennady Onishenko, médico jefe sanitario de Rusia, no es una prohibición por cuestión de cuotas. La condición principal para seguir ampliando la colaboración entre Rusia y EE.UU. en este campo es la aplicación de sustancias que no contradigan la legislación nacional en materia de tratamiento de carne.
Pero no sólo Rusia va a sufrir económicamente por la medida. América Latina también enfrentará serias repercusiones por la misma. Primeramente, en la esfera de la importacion-exportacion. Rusia planea bajar las cuotas de carne en el futuro y eso afectará también a América Latina.
En general, las exportaciones de carne de Uruguay retrocedieron un 17 por ciento en valor durante 2009 hasta los 1.220 millones de dólares, de acuerdo con datos oficiales.
La carne bovina, que concentra el 80% del total exportado, redujo el año pasado sus ventas externas un 21% en valor, aunque las mejoró en volumen un 4%.
Los principales compradores de carne bovina en términos de divisas fueron la Unión Europea (36%) y Rusia (18%).