China realiza una prueba antimisil tras la venta de armas EE.UU. a Taiwán
A pesar de que en 2008, al iniciarse el mandato del presidente Ma Ying-jeou, Taiwán declaró un rumbo de acercmiento a China, ambos países siguen manteniendo ciertas defensas.
Así ha quedado envidenciado tras la compra de un paquete de equipo militar, que incluirá equipos de misiles Patriot PAC-III y cuyo valor se estima en cerca de 6.500 millones de dólares, además Taipéi planea comprar a EE.UU., ocho fragatas tipo Perry con sistemas de combate Aegis instaladas, informa EFE.
Tras acceder la Casa Blanca a vender equipo militar a Taiwán, China realizó una prueba de su tecnología bélica para interceptar misiles de medio alcance. La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores del país declaró, que “se trata de una prueba defensiva que no está dirigida a ningín país “, agregando que el objetivo esperado fue conseguido.
China, que sigue considerando a la isla como una provincia que forma parte de su territorio, advirtió a las autoridades norteamericanas, que la venta del equipo militar a Taiwán puede llevar al deterioro de las relaciones con Washington.
A su vez, la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, reconoció la importancia de las tensiones con la República Popular expresando el convencimiento de que la relación entre ambos países ya es lo suficiente “madura” y “no descarrilla cuando ocurren esas divergencias (de opinión)”. Según la diplomática, China se está convirtiendo en una gran potencia en la región asiática, lo que aumenta la necesidad de la participación de Estados Unidos en los asuntos de este continente “como una fuerza de paz”.
Asimismo Clinton supuso que las tensiones con el gobierno de Hu Jintao, puedan intensificarse como resultado del encuentro de Barack Obama con el Dalai Lama, planeado para esta semana. La jefa de la diplomacia estadounidense subrayó que aunque EE.UU. reconoce la soberanía de China sobre el Tibet, apoyan su “legítimo deseo de respecto cultural, religioso y autonomía”.
La venta de los sistemas antiaéreos a Taiwán se preparaba desde 2008 provocando gran inquietud por parte de Pekín, que lo calificó como una amenaza a la seguridad nacional. Aquel año, China rompió el diálogo con Washington en cuanto a los asuntos de defensa militar, tras haber exhortado en vano a la Administración de George W. Bush para que dejara de desarrollar el proyecto de vender las armas a Taiwán y rescindiera todo tipo de relaciones militares con la isla.
China considera a Taiwán como parte de su territorio y acusa a Taipéi de tratar de separarse del estado único. Unos 1.500 misiles de medio alcance y misiles de crucero chinos están apuntando actualmente a dicho territorio, según un representante anónimo del Ministerio de Defensa taiwanés.