Republicanos a derogar ciudadanía automática para hijos de indocumentados
Una enorme polémica, incluso entre sus propias filas, generó en EE. UU. la iniciativa de derogar la ciudadanía automática a niños nacidos de padres indocumentados promovida por republicanos en el Congreso.
Los promotores de la medida explican que mucha gente viene al país con el objetivo de lograr tener un hijo ciudadano de ese país, lo que les permitirá obtener derechos, privilegios y beneficios concedidos por el Gobierno y que pagan los contribuyentes norteamericanos.
Además, el legislador republicano y principal organizador de la medida, Gary Miller, declaró que es la “mejor solución” a los problemas que aquejan al país en momentos en que más de 15 millones de estadounidenses están desempleados mientras “siete millones de indocumentados” sí tienen trabajo.
“La iniciativa es anticonstitucional. […] Tenemos que prohibir tales tipos de propuestas de discordia. Lo único que se propone esta ley es el jugar con el temor de la gente […] Este proyecto no hace nada para arreglar nuestro roto sistema de inmigración”, declaró el republicano Joe Baca.
“Es una larga tradición en Estados Unidos. A los niños no los hacemos responsables por las acciones de sus padres. No es culpa de un niño que sus padres hayan llegado aquí”, expresó un profesor del Colegio de Pitzer, Adrian Pantoja, al calificar a esta legislación como “simbólica en gran parte” y poco probable de ser aprobada.
La iniciativa republicana de prohibir la ciudadanía automática a niños nacidos en EE. UU. de padres indocumentados viola la 14 enmienda de la Constitución que fue ratificada en 1868 precisamente para resguardar los derechos civiles de los esclavos que obtuvieron su libertad tras la Guerra Civil. Según ella, “todas las personas nacidas o naturalizadas en Estados Unidos, y por tanto sujetas a su jurisdicción, son ciudadanas de Estados Unidos y del estado en que residen”.
Así, mientras algunos congresistas republicanos traen la onda racista en medio de la crisis económica que sigue golpeando al país, miles de inmigrantes en todos los rincones se preparan a invadir las calles de Washington en una manifestación nacional preparada para el próximo 21 de marzo. Con ésta planean recordarle al presidente Obama su promesa que hizo en 2008, por un lado, y a los demócratas, por otro, su compromiso para con la reforma migratoria.