Sumido en dificultades

La gran tajada de Afganistán: ahora la OTAN en Holanda, aunque Georgia está en Afganistán y los EE. UU en Georgia.

Sin dejarse impresionar por el éxito continuo de la operación de Moshtarak en Marjal, el gobierno de Holanda optó por renunciar a su participación en las operaciones militares en la provincia de Uruzgan, tal como se planeaba este año.

¿Quién puede culparlos? En realidad, su decisión de renunciar a lo acordado merece todo respeto – al fin y al cabo podían haberlo hecho hace dos años cuando expiró el mandato holandés pero nadie de los socios de la OTAN osó ofrecerse de voluntario y ocupar su lugar.

Los holandeses quedaron persuadidos de que al tener el coraje de prorrogar su presencia dos años más, al final obtendrían una “licencia honorable” para salir de Afganistán.

Apuesto que cuando llegó el tiempo del juego para los perdedores volvió a repetirse: el embajador de los EE. UU. en la OTAN, Ivo Daalder, siendo de origen holandés, dejó que incluyeran a su patria histórica en la alianza de los cobardes y “atascarse” en Uruzgán por un par de años más.

El debate en el parlamento holandés sobre la presencia en Afganistán llegó a ser un apasionante espectáculo de 16 horas de duración cuando los servicios de inteligencia dieron una terrible noticia procedente del Area de responsabilidad de los Países Bajos en la provincia de Uruzgán: a causa de una errónea indentificación, el contingente especial estadounidense bombardeó a un supuesto convoy de talibanés donde en realidad estaban 27 civiles, incluyendo mujeres y niños.

Eso es lo que podía haber puesto fin al caluroso debate y provocado la caída del gobierno y una firme resolución de salir del “pantano” de EE. UU & OTAN/ISAF en Afganistán.

Probablemente era muy atractivo para el ya ex primer-ministro poner fin al ataque aéreo en Afganistán, pero era demasiado orgulloso para hacerlo.

Como un gesto de agradecimiento, el cuartel general de ISAF en Kabul emitió una nota de prensa, desplazando a la OTAN de la responsabilidad por el desastroso  bombardeo aéreo de los EE. UU., haciendo responsable indirecto a Holanda por el daño colateral  en su área de responsabilidad.

Este mensaje luego fue detallado por el comandante en jefe de las tropas aliadas en Afganistán, Stanley McChristal, quien apareció por primera vez con disculpas en forma de videoconferencia teniendo como fondo las banderas de la OTAN e ISAF, mientras que la de las estrellas y las barras brillaba por su ausencia.

Ha sido un fallo de las relaciones públicas al tratar de menguar el daño ocasionado: Usted puede decir lo que quiera en inglés, hasta con traducción en Dari o Pushtu, pero la imagen televisiva pone todo de manifiesto.

El Happy End

La retirada de los holandeses incentivará la salida inevitable de la OTAN – la questión no es si lo hace, sino cuando.

Hay sólo una posibilidad de prevenir esta posible retirada y sacar de los apuros a la “coalición de los testarudos” de Afganistán –  hacer a Richie Holbrooke y Misha Saakashvili socios en un maravilloso enlace de Michey Mouse Moshtarak.

Si no son ellos los que pueden tranquilizar y apaciguar el AfPak de narco-jihads, ¿entonces quién?