Muere el escritor y periodista cubano Carlos Franqui
El escritor y periodista Carlos Franqui, figura fundamental de la revolución cubana y posterior crítico del régimen de Fidel Castro, murió el 16 de abril, a la edad de 88 años, en Puerto Rico. El escritor falleció en su casa en San Juan a causa de problemas respiratorios.
Franqui nació en 1921 en el Municipio de Cifuentes. De joven se involucró en diversos movimientos sociales izquierdistas, como el Partido Socialista Popular, pero sus discrepancias con la ortodoxia comunista de los dirigentes, lo hicieron alejarse de la célula a mediados de la década de 1940. En 1951 fundó la sociedad cultural Nuestro Tiempo, proyecto destinado a fortalecer la cultura nacional.
Como periodista criticó fuertemente al régimen de Fulgencio Batista y tras ser torturado y encarcelado, se exilió en México y Estados Unidos. Luego se unió al Movimiento 26 de Julio dirigido por Fidel Castro, hasta entrar clandestinamente a Cuba. En Sierra Maestra, junto con Fidel, redactó el periódico Revolución y fundó la emisora Radio Rebelde, medios que se convirtieron en la voz oficial de la guerrilla.
Al triunfar la Revolución en 1959 permaneció como director de Revolución, pero en 1963 fue destituido por haber mantenido una línea editorial independiente del Gobierno. Por los problemas con las autoridades se vio obligado a instalarse en el exterior del país. Su ruptura definitiva con la administración de Castro se produjo cuando condenó la invasión soviética a Checoslovaquia, acto apoyado por el Gobierno cubano. A comienzos de la década de 1990, Franqui se estableció definitivamente en Puerto Rico.
Exiliado, Franqui escribió páginas de enorme interés histórico y dejó una extensa obra que abarcó diversos géneros: poesía, periodismo, crítica de arte, crónicas y ensayo. Entre sus trabajos destacan 'El libro de los doce' (1968), un análisis sobre la enigmática muerte del comandante revolucionario Camilo Cienfuegos en octubre de 1959 (2001), una controvertida biografía de Fidel Castro y su libro más reconocido, 'Cuba, la revolución: mito o realidad. Memorias de un fantasma socialista' (2006), en el cual desmitificó a la figura más relevante de la revolución, Ernesto 'Che' Guevara. En una entrevista, Franqui explicó la popularidad del 'Che' de una manera muy simple: "Su mito es necesario todavía para mucha gente. Es curioso: dado su enorme dogmatismo, seguramente se enfurecería al ver que muchos de los que desfilan tras su imagen lo hacen con un pito de marihuana en la boca".
El quehacer político y cultural de Franqui fue elogiado por muchos de sus contemporáneos. El escritor y periodista Carlos Alberto Montaner señaló que "no se puede escribir la historia de ese periodo (del siglo XX) sin consultar cuidadosamente los escritos de Franqui".
El ex comandante Hubert Matos, que conoció al escritor tras el triunfo revolucionario en 1959, recordó: "Siempre lo consideré un buen amigo y hombre de una cultura amplísima. Fue un luchador de la izquierda cubana que se arrepintió de la filosofía marxista. Nunca le cayó bien a Fidel y tampoco fue de su completa confianza''.
Considerado como "el último testigo incómodo" del castrismo, el pasional disidente intelectual no se arrepintió de haber participado en la revolución. Explicó que fue algo inevitable. "Yo siento que a mí me obligaron a ser un revolucionario. Por más que miro hacia atrás para ver si podía haber hecho otra cosa, no la encuentro. Esa revolución destruyó mi país y destruyó la idea de un cambio profundo tan necesario. Y haber vivido esa tragedia es realmente una cosa muy dura. Más allá de los adversarios, de los enemigos, de todo lo demás".