Censo de guindos en Gran Bretaña

Los británicos consiguieron un pretexto para meter su nariz en el jardín vecino y saber qué crece allí. El Museo de Historia Natural lanzó el programa de censo nacional de guindos en la temporada de su pleno florecimiento, lo que puede facilitar su identificación por voluntarios en todo el país. Se espera que este proyecto planeado para tres años permita a los investigadores marcar en un mapa a los árboles y descubrir cómo el cambio climático impacta su florecimiento y localización.

La página oficial del proyecto dice:

“Sabemos mucho de los árboles que crecen en las partes rurales de Gran Bretaña y menos de los que lo hacen en territorio urbano. Unas de las razones es que las ciudades que conocemos hoy son el fruto del desarrollo  intenso de los últimos 100 años.

Sabemos mucho sobre las variedades nativas en Gran Bretaña y sobre cómo la cantidad de tierra cubierta por bosques cambió desde hace 10 mil años atrás, época cuando el manto de hielo cubría las Islas Británicas.

Pero necesitamos tener plena imagen de lo que crece en el país, necesitamos saber cómo cambia el paisaje urbano con la introducción de nuevas variedades de árboles no nativos para Gran Bretaña. Y necesitamos su ayuda porque ustedes tienen acceso a su vecindad y los jardines en los que estamos interesados”.

Para un paseo apacible en búsqueda de guindos a su alrededor, los voluntarios descargan el mapa de su distrito (una foto hecha por el satélite), un cuestionario para rellenar y unos consejos sobre cómo distinguir al guindo de otros árboles parecidos.

“La gente muy frecuentemente asocian el florecimiento con el de los guindos. Pero puede resultar que son flores de ciruelo, manzano o peral. Por eso alentamos a la gente a conocer los guindos y saber más sobre su identificación”, destaca Bob Press, empleado del museo.

El censo incluye a las nueve variedades de árboles de guindo que crecen en el país, incluido el guindo silvestre. Además, el museo tratará de identificar al árbol más común en el territorio urbano.

Todo esto se celebra en nombre del año 2010 como el Año Internacional de la Biodiversidad proclamado por la ONU. La importancia de la variedad de modos de vida en el planeta es esencial para mantener los sistemas naturales de vida o ecosistemas. El impacto que hace el ser humano a estos sistemas —que nos abastecen de alimentos, combustibles y recursos vitales— es muy grande y no siempre bueno.

Los científicos están seguros de que para preservar estos sistemas hay que conocer qué biodiversidad existe y como ésta cambia en el tiempo. Destacan que todavía hay muchas lagunas en los conocimientos, lagunas que puede ayudar toda la nación.

Un proyecto parecido ya se celebra hace cuatro años y está dedicado al censo de las campanillas. Después de que los británicos recogieran información sobre la variedad de flores en los campos, los científicos llegaron a la conclusión que el tiempo de florecimiento de estas plantas puede ser evidencia del cambio climático.

Además, encontraron que en el territorio urbano los híbridos de campanilla dominan, mientras su variedad pura todavía se puede encontrar en bosques o en la costa. Esto es consecuencia de la actividad de los ciudadanos en sus jardines, hecho que impacta a toda la vida silvestre de Gran Bretaña.

Los científicos destacan que no se puede evitar el flujo de genes desde las campanillas no nativas a las nativas y que las muta para siempre, sin embargo, se puede demorar este proceso comprando las variedades nativas en centros especializados.

En la foto de las flores de izq. a derecha: peral, guindos, manzana.