Muerte bajo los pies

Daniel Yuval estaba construyendo un muñeco de nieve junto con su hermana, cuando una mina explotó cerca de ellos. La niña resultó herida y él perdió una pierna.

Integrantes del Parlamento visitaron al niño, quien también recibió una carta del jefe del Estado General Israelí. Pero los vecinos dicen que las víctimas no disponen de ayuda alguna y dudan que Daniel reciba apoyo significativo.

“Pienso que el gobierno hace algo, pero tal vez la memoria de los israelíes es demasiado corta. No se preocuparán por las minas que están enterradas en los pueblos, especialmente si son árabes. Tal vez los lugares turísticos sean más felices y gocen de más atención, pero si algo sucede en nuestro pueblo, ellos no harán muchos esfuerzos para ayudarnos”, indicó Taiseer Maray, jefe de la organización para el desarrollo de las sedes árabes

La vida de Saleh Abu Arar, otra víctima de mina, cambió en apenas unos segundos. Cuando era niño y jugaba con sus amigos, encontró un objeto de metal extraño. Pero no tuvo tiempo de averiguar que era, ya que estalló en sus manos.

Saleh cuenta que lo único que recibió después del accidente fue asistencia médica, porque tenía seguro social. Cuando pidió una compensación y rehabilitación, lo rechazaron. Después, acudió al Tribunal regional y luego, al Tribunal supremo, pero le dijeron que toda la responsabilidad por lo sucedido era suya y no del estado de Israel.

Desde entonces, decenas de habitantes locales murieron o resultaron heridos por miles de minas dispersas por toda esta zona. Algunas quedaron ahí desde la Segunda Guerra Mundial y aún permanecen activas. Otras fueron instaladas debido al permanente conflicto entre árabes e israelíes.

Muchos de los muros que separaban los territorios peligrosos están destruidos. Tampoco hay suficientes signos que adviertan sobre el peligro. Nadie sabe, donde ocurrirá una nueva explosión. La gente está indefensa ante esta terrible amenaza, de la que no puede escapar. Pero personas como Saleh nunca han perdido la esperanza. Están seguros de que al ver su desgracia, el gobierno adoptará medidas para evitar más tragedias en el futuro.