Cubanos: con licencia para construir

Las autoridades cubanas otorgaron sus primeras licencias a familias que quieran construir viviendas “por esfuerzo propio”. El procedimiento de concesión de los nuevos permisos fue aprobado por el Instituto Nacional de la Vivienda. Se entregan a personas reconocidas por el gobierno cubano como titulares de terrenos que son propietarios sin derecho de vender sus bienes.

Desde comienzos del año pasado el líder cubano, Raúl Castro, en varias ocasiones ha destacado la necesidad de desarrollar la base industrial para que miles de familias puedan construir sus casas en la isla. En enero de 2009 autorizó a la población a que construya sus casas, sin embargo, todo ese tiempo las autoridades locales impedían viabilizar cualquier iniciativa individual.

Ahora los interesados que reúnan los requisitos legales pueden pedir una licencia de construcción en alguna de las sedes del Instituto dispersas por los 169 municipios del país. El permiso contempla el desmontaje de casas en mal estado y su sustitución por otras nuevas, así como la posibilidad de ampliación de viviendas.

En cada ocasión se asignarán “metros cuadrados en correspondencia con el núcleo familiar”. Luego que una persona obtenga el documento, podrá comenzar las obras “automáticamente”. Antes, solo unos “seleccionados”, aprobados por los responsables en cada circunscripción dada podrían hacerlo, aunque incluso les faltase materiales. Por la misma razón fracasaron varios planes ambiciosos de edificación masiva de viviendas estatales.

La carencia de vivienda es uno de los problemas más serios en Cuba. La situación incluso se agravó por culpa de los daños causados por los tres huracanes de 2008. El país tiene un déficit de 600 mil casas para cobijar a una población creciente de unos 11,2 millones de habitantes, según los datos del último censo.