Pepsi inventa una máquina de reciclaje para sus latas
La compañía de bebidas PepsiCo, preocupada porque la mayoría de sus botellas y latas termina en la basura, planea colocar miles de máquinas de reciclaje en sitios donde se celebran conciertos, en tiendas de alimentación y en las aceras de Estados Unidos, informa el diario estadounidense The Wall Street Journal.
PepsiCo quiere reciclar por lo menos 400 millones de envases cada año al colocar hasta 3.000 quioscos en sitios muy concurridos este año, y ofrecer incentivos por cada envase.
Los fabricantes de la nueva máquina también quieren atraer al público inalcanzable, aquel que por varias razones descarta el reciclaje por considerarlo una pérdida de tiempo. "La gente debe sacar algo de esto, tanto a través de recompensas materiales como emocionales", dice Jeremy Cage, director del proyecto 'Máquina de los sueños' de PepsiCo.
El quiosco electrónico es semejante a una máquina dispensadora de refrescos pero a la inversa. Una pantalla de vídeo reproduce publicidades y vídeos informativos que se actualizan de forma inalámbrica. En la 'Máquina de los Sueños' los ecologistas más fanáticos pueden tener claves que les permiten hacer un seguimiento de sus esfuerzos de reciclaje personales y obtener una recompensa. Quienes reciclan en casa obtendrían un incentivo, como la posibilidad de ganar una gorra de béisbol.
El consumidor primero toca la pantalla y sigue las instrucciones, ya sea para introducir la clave que suma puntos de recompensa o para extender la inscripción al programa, la cual no es un requisito. Para quienes no están interesados en las causas ecológicas, PepsiCo promete realizar una donación por botella a otras causas benéficas.
El promedio de reciclaje de envases de bebidas no alcohólicas en EE. UU. es del 34%, y sólo un 25% en el caso de botellas plásticas hechas con tereftalato de polietileno, más conocido por sus siglas en inglés, PET. Los activistas medioambientales afirman que la botella más difícil de reciclar es la bebida que se consume mientras se va por la calle, ya que es poco práctico llevar botellas pegajosas hasta casa para desecharlas en un cesto.