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Una sofisticada red de cámaras de vigilancia cubre Chicago

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En los últimos años, la ciudad estadounidense de Chicago ha registrado la tasa más baja de criminalidad, según las autoridades gracias a una sofisticada red de cámaras de vigilancia colocados por la ciudad, que envía las imágenes de episodios sospechosos a la policía.
Una sofisticada red de cámaras de vigilancia cubre Chicago

En los últimos años, la ciudad estadounidense de Chicago ha registrado la tasa más baja de criminalidad, según las autoridades gracias a una sofisticada red de cámaras de vigilancia colocados por la ciudad, que envía las imágenes de episodios sospechosos a la policía.

La 'Ciudad del Viento' tiene el sistema de vigilancia más grande y sofisticado de Estados Unidos, y probablemente del mundo. En menos de una década y con escasa oposición, Chicago enlazó miles de cámaras, instaladas en postes callejeros, en rascacielos, en autobuses y en túneles de trenes subterráneos, creando una red que cubre casi toda la ciudad. Las autoridades pueden observar lo que sucede en un moderno centro de comando para emergencias, en las comisarías e incluso en algunos patrulleros, informa The Associated Press.

“No creo que haya otra ciudad en Estados Unidos con una red de cámaras integradas tan amplia como la de Chicago”, comentó Michael Chertoff, ex secretario de Seguridad Nacional.

Nueva York tienen numerosas cámaras, pero la mitad de las 4.300 instaladas en los trenes subterráneos no funcionan. Otras ciudades no han podido incorporar todas sus cámaras a una red. Baltimore, por ejemplo, no tiene enlazadas sus cámaras en escuelas con un sistema de emergencia y no puede enviar vídeo a los operadores de llamadas de emergencia, como se hace en Chicago.

La propia Londres, considerada la ciudad más vigilada con unas 500.000 cámaras, no está en condiciones de incorporar más de carácter privado a su sistema de vigilancia, como Chicago.

Sin embargo, hay quienes consideran el sistema como una intromisión inadmisible del gobierno en la vida privada de la gente. Pero la mayoría de los residentes de la ciudad, aceptan esta medida como algo inevitable.

Las autoridades dicen que el sistema les permite responder a emergencias de una forma que nunca lo habían hecho. Un despachador puede decirles a los bomberos qué tan intenso es un incendio o a los policías que acuden a un incidente cuál es el aspecto de alguien armado. Si alguien dejó un paquete en las inmediaciones de un edificio varios minutos, las cámaras emiten una señal de alerta.

Éstas filman ventas de drogas, robos y todo tipo de escenas. En 2007 un vídeo captado por el visor de un autobús convenció a un presunto pandillero, de declararse culpable de haberle disparado a un chico de 16 años.

La red comenzó a tomar forma hace menos de una década, con la instalación de una docena de ellas en el Grant Park para combatir la violencia durante el festival anual 'Taste of Chicago'. Hoy enlaza las cámaras instaladas por distintas agencias municipales y privadas.

Las autoridades locales no dicen cuántas cámaras hay en la ciudad, pero se ha hecho un estimado que nadie cuestiona y que habla de más de 10.000. Funcionarios municipales de todo el mundo la visitan para ver cómo funciona el sistema y qué tan efectivo es.

La policía de la urbe dice que desde el 2006 hizo 4.000 arrestos con la ayuda de cámaras, y explican que las únicas veces que alguien les habla de las cámaras es cuando quieren que se instalen unas o que no sean retiradas.

Esa afirmación es refrendada nada menos que por la Unión de Libertades Civiles, que critica el empleo de las mismas por considerar que violan la privacidad y no sirven para combatir la delincuencia. “Pareciera que la gente las objeta solamente cuando les dan una multa por pasar una luz roja", expresó la portavoz de la Unión”, Edwin Yohnka.

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