Destronado el mito del paraíso laboral de Dubái
El estallido de la burbuja inmobiliaria en Dubái afecta a los inmigrantes de la India, quienes atraídos por los altos salarios llegaron a este lugar, y que ahora llevan meses sin poder ganarse la vida. La crisis dejó su huella y el flujo migratorio de la clase obrera sufrió una considerable reducción.
Tomando en cuenta que el 90% de la población del emirato es inmigrante, en particular de la India, son ellos las mayores víctimas del estallido de la burbuja inmobiliaria en Dubái, que siempre fue un buen negocio para la gente que carecía de buenas oportunidades en su tierra natal. Pero la crisis financiera ha convertido el deseado paraíso laboral, en una desolación.
La razón principal era que los sueldos de allí eran mucho mayores que en la India. Un obrero de la construcción podía cobrar hasta 800 dólares por mes. Los gastos se limitan a comprar comida y el resto pueden enviarlo a sus familiares. Si fueran a Mumbai o a Nueva Delhi, allí hubieran podido embolsarse solamente 200 dólares. Así nace la idea de ir al extranjero, dónde se suelen firmar contratos por tres años.
No hay cifras concretas de cuántos trabajadores tuvieron que volver a su país, ni de cuántos fueron encarcelados por no poder pagar sus deudas. Algunos estiman que uno de cada tres abandonó Dubái, y que las remesas enviadas desde el emirato a países del Sur de Asia cayeron en un 50%.
Los analistas financieros dicen que los jeques dubaitís finalmente encontrarán un remedio para mantenerse a flote, con ganancias de miles de millones de dólares. Pero la gente común y corriente, -cuyos recursos son mucho más reducidos- tendrán que resignarse a tener esperanzas en el futuro o esperar el nacimiento de algún otro oasis laboral.