Las mujeres latinas amamantan más a sus hijos que otras
Un informe publicado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. reveló que las mujeres latinas alimentan a sus hijos con la leche materna más que las mujeres blancas y afroamericanas.
Pero lo más interesante es una diferencia sorprendente, entre los rangos de alimentación de la leche materna en todos los estados del país.
El análisis realizado en cada estado sobre las diferencias étnicas del amamantamiento, mostró que en la parte oriental del país las madres de procedencia latinoamericana amamantan a sus hijos más que otras mujeres, mientras que en algunos estados occidentales son las mujeres blancas las que muestran unos índices más altos.
Los especialistas todavía no han ofrecido explicaciones de esta sorprendiente diferencia, pero se supone que se trata de la adaptación de las mujeres inmigrantes a la nueva cultura. Los estudios de los años pasados indican que cuanto más tiempo llevan las inmigrantes en los Estados Unidos, más aceptan el uso de la leche de fórmula, así como adoptan peores hábitos de alimentación y del estilo de vida para sí mismas.
Otra explicación de esta división consiste en que en distintos estados de EE. UU. existen diferencias en las prácticas sanitarias, como por ejemplo la promoción entre las madres por primera vez de esta operación, así como en las leyes, que faciliten el amamanto de los hijos en el trabajo.
El estudio se basó en entrevistas telefónicas con más de 100.000 mujeres con un crío de entre 19 y 36 meses, realizadas durante cinco años. Más de 70% de las encuestadas confesaron hacerlo a sus hijos, aunque muchas lo hacían durante unas semanas o meses.
De acuerdo con el estudio, las latinas son las que alimentan a sus hijos con la leche materna durante el más largo período de tiempo, el 80% lo inician tras dar a la luz y el 45% lo siguen pasados seis meses.
Los médicos afirman que el dar de mamar beneficia a la salud de la madre y el hijo. La leche materna contiene todo lo que el niño necesita durante los primeros meses de la vida y protege al bebé de infecciones. Los niños alimentados por esta leche están menos expuestos al riesgo de la obesidad, que los que toman la leche de fórmula.