Un infierno en el subterráneo

Los sobrevivientes de las dos explosiones del metro moscovita nunca podrán olvidar el infierno que los atrapó entre gritos, sangre y pánico. El corresponsal de RT Ignacio Jubilla habló con una familia rusa que estuvo dentro.

Aquella mañana trágica del 29 de marzo, Alla y su madre Valentia bajaron al metro como hacían siempre para ir a estudiar y al trabajo, no se imaginaban la pesadilla increíble que estaban a punto de vivir.

La chica tenía prisa, pues ya iba tarde a la escuela. En cuanto salió del vagón sintió una potente explosión por detrás.

Una kamikaze activaba la bomba dentro del vagón, matando a 12 pasajeros. Cuarenta minutos antes, en otra estación de la misma línea, otra hizo los mismo, matando a 26 personas más. La red subterránea se convirtió en un verdadero infierno.

“Yo caí y sentí que no podía apoyarme en la pierna izquierda. Traté de levantarme y caí otra vez. Me vió un hombre que iba en otra dirección, me levantó y ayudó a salir de la estación. No sentí ni temor ni pánico. Estaba conmovida. Lo único que temía era que en el túnel estuviera el otro tren donde viajaba mi mamá y que otra bomba podría haber estallado allí”.

La madre de Alla, junto con los demás pasajeros, quedó atrapada en el túnel. Para entonces ya se habían enterado de la primera explosión y de repente entendieron que de nuevo había sucedido algo terrible.

“Ya sabíamos sobre una explosión en Lubianka, recuerda Valentina, la madre de Alla. Una mujer en nuestro vagón recibió un mensaje sobre lo ocurrido en Park Kultury, todos empezaron a llamar por sus móviles pero casi no había cobertura. Los que pudieron captar una señal débil daban sus celulares a los demás para que se conectaran con sus familiares. Un joven a mi lado llamó a Alla, ella contestó, dijo que estaba viva, pero no pudo decir nada más porque estaba llorando”.

Afortunadamente la chica recibió sólo heridas ligeras que no amenazaron de gravedad su salud. Con la mayoría de los pasajeros intentará recuperar la normalidad de su vida, sin embargo, este encuentro con el terrorismo cruel e implacable nunca lo podrá borrar de su memoria.