Próximas elecciones obligaron a dimitir a 10 ministros en Brasil
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, envió a diez ministros de su gabinete "a la calle" para que "defiendan lo que hicieron”. El único que queda en el puesto ministerial, para este último año del segundo mandato de Lula, es el canciller Celso Amorim.
"Quiero decir a los nuevos ministros que tenemos que trabajar todavía más”, instruyó Lula a los nuevos miembros del gobierno, nombrados el 31 de marzo. Los que salen participarán de uno u otro modo en las elecciones del próximo octubre.
Dilma Rousseff, la jefa de Gabinete, salió del ejecutivo para disputar las elecciones presidenciales, siendo escogida por el Partido de los Trabajadores (PT) para cumplir aquella misión. Dejaron sus cargos, asimismo, los ministros de Medio Ambiente, Minas y Energía, Agricultura, Comunicaciones, Integración Nacional, Transportes, Previsión Social, Igualdad Racial y Desarrollo Social. A dar este paso les obligó las peculiaridades de la legislación federal que exige que los funcionarios ejecutivos que aspiran a comicios abandonen sus cargos seis meses antes de la votación.
En todos los casos, a los ministros salientes les sustituyen sus respectivos secretarios ejecutivos. Eso permite evitar una renegociación de los cargos entre los partidos políticos que componen la coalición gubernamental que alinea el PT con los comunistas y los verdes.
En un plazo corto podría dimitir, por la misma razón, el presidente del Banco Central de Brasil, Henrique Meirelles, que también posee rango ministerial.