60 azotes por beber cerveza en Afganistán

Las autoridades afganas decidieron reforzar la lucha contra el consumo de alcohol en el país. Los que consuman bebidas alcohólicas deberán pagar una multa, cumplir una pena de cárcel o recibir 60 azotes.

Según el periódico alemán Die Welt, durante los últimos tiempos aumentó la cantidad de registros en restaurantes y clubes de Kabul, donde los diplomáticos y los representantes de organizaciones humanitarias solían disfrutar del vino, la cerveza y las bebidas de más gradación. A menudo, durante tales inspecciones, las camareras son registradas de una forma humillante, informa el diario.

Aunque la religión islámica prohíbe categóricamente el consumo de alcohol, en Afganistán todavía hay muchos lugares donde esa prohibición se está violando. Algunos hoteles y clubes nocturnos de la capital a menudo ofrecían a sus visitantes bebidas alcohólicas antes de los registros policiales.

Los autores del diario suponen que estos establecimientos pueden desaparecer en un futuro próximo. Los vendedores de alcohol en el mercado negro corren grandes riesgos, ya que el año pasado el Parlamento afgano aprobó una ley que prevé un castigo de 60 azotes por la venta, la compra o el consumo de alcohol, aunque ese castigo puede ser sustituido por una pena de cárcel o una multa.