Los helicópteros rusos ayudan a combatir los incendios en España
El inaudito calor y la escasa humedad de este verano elevan como nunca el riesgo de incendios forestales. A la hora de sofocar el fuego muchos países recurren a un valioso aliado: los helicópteros rusos Kámov, famosos por su alta fiabilidad.
Durante las 24 horas del día los especialistas contra incendios están preparados para apagar cualquier fuego. Los pilotos, por su parte, recogen agua en el lago más cercano para ahogar las llamas más peligrosas.
El año pasado, sólo en España hubo cerca de 15.000 incendios forestales. Pero es una realidad que se extiende a muchos países situados en el sur de Europa. Las altas temperaturas del verano, sumadas a la escasa humedad y a los fuertes vientos, forman una combinación perversa para el bienestar del medio ambiente.
En España, el año pasado quedaron calcinadas más de 130.000 hectáreas. En las condiciones climatológicas más adversas, el Kámov se convierte en el mejor aliado para extinguir incendios.
El Kámov K-32 es capaz de transportar 5 toneladas de agua. Tan solo tarda 10 segundos en cargar y 15 segundos para arrojar toda el agua.
Según los propios pilotos, este helicóptero ruso se mueve como pez en el agua en las situaciones más complejas. "Lo principal es que al tener el doble rotor no le afecta el viento y cuando los demás están parados, el Kámov está funcionando y tirando agua", dice Alicia Martínez, piloto de K-32.
En la ciudad de Alicante, situada en la costa este española, se encuentra la sede de los helicópteros K-32. La empresa INAER helicópteros ha comprado ya 13 de estas aeronaves a Rusia.
Antonio Martínez, director comercial de INAER, lleva muchos años en el sector de las emergencias aéreas y conoce muy bien estas máquinas. Asegura que la empresa ha recibido recomendaciones muy buenas de sus clientes, quienes aseguran que sin los Kámov no hubieran podido apagar cierto tipo de incendios.
El K-32 es un buen socio para combatir los incendios. Sin embargo, la mayor responsabilidad recae en el ser humano. En más de un 90% estos desastres son provocados por los propios hombres. Por eso, la mejor manera de hacer frente a los incendios es evitándolos.