Bonnie sigue amenazando con expandir el crudo del Golfo de México
En el sur de EE. UU. se estrenó la temporada de tormentas. La pionera es Bonnie, la tormenta tropical que se espera que todavía pueda llegar a la zona del derrame de crudo de la plataforma petrolífera de BP en el Golfo de México.
A pesar de que los servicios meteorológicos del país informan de que Bonnie se debilitó al atravesar Florida hasta transformarse en una depresión con una velocidad promedia de vientos sostenidos de 55 kilómetros por hora, no pudieron garantizar que no recupere fuerzas antes de pasar por el Golfo de México.
Desde ayer la costa norte del Golfo desde Destin (Florida) hasta Morgan City (Luisiana) están en estado de alerta. Por su parte, Bobby Jindal, el gobernador de Luisiana, el estado más afectado por el vertido, declaró la situación de emergencia.
La petrolera BP mantiene suspendidas las labores de lucha contra el vertido de crudo en la zona. Los 5.880 navíos que participan en las labores de limpieza pasaron a aguas seguras y especialistas que trabajan en la zona costera también cerraron sus operaciones.
En una conferencia de prensaJindal comentó queuno de los efectos más graves de esa tormenta es que "causará un retraso en la respuesta a largo plazo a este vertido". Los barcos evacuados "podrían tardar unas dos semanas en regresar y retomar las perforaciones".
A su vez, la Administración Nacional Atmosférica y Oceánica de EE. UU. avisa en un comunicado oficial que "los fuertes vientos pueden dispersar el petróleo sobre un área más amplia, aunque es difícil predecir exactamente dónde transportaría el crudo".
Mientras tanto, el pozo permanecerá sellado mediante la campana de contención instalada hace dos semanas y actualmente en período de pruebas. Sin embargo, es imposible predecir cómo reaccionaría a la llegada de Bonnie. Otro problema es quedurante el período de evacuación mantenida los científicos podrían quedarse sin datos acerca de cómo responde la campana.