La gobernadora de Arizona quiere modificar la ley de inmigración
La nueva ley inmigratoria entró en vigor, aunque 'descafeinada' después de que la jueza federal Susan Bolton bloqueara sus elementos más polémicos por considerarlos anticonstitucionales. Por ejemplo, se anula una parte que convierte en causa de arresto el caminar por la calle sin documentos migratorios.
La gobernadora Jan Brewer pidió a los líderes parlamentarios del Estado que revisen la ley en una sesión especial y la modifiquen conforme a las normas federales.
El presidente republicano de la cámara baja estatal, Kirk Adams, se manifestó convencido de que el tribunal de apelaciones anulará la decisión de Bolton y señaló que habría poco apoyo entre sus colegas del partido para sacar adelante una ley menos restrictiva.
Según la líder de la minoría democráta en la asamblea, Kyrsten Sinema, la cooperación con los republicanos en una sesión especial sólo sería posible si ellos considerasen la revocación de la ley para reemplazarla por algo que pueda realmente frenar la inmigración ilegal. “Los legisladores deberían trabajar en una legislación bipartidista contra las bandas de contrabandistas y las casas de tránsito para ilegales”, precisó.
Mientras tanto, los abogados de Brewer intentan recurrir la sentencia preliminar impuesta por la jueza Bolton. El Estado de Arizona ha recibido hasta la fecha más de 1,6 millones de dólares de donaciones para el fondo de apoyo de la controvertida ley. De hecho, los partidarios de la medida anti inmigración enviaron a través de Internet o por correo 70.000 dólares sólo el día en el que entró en vigor el dictamen de Bolton.
Por otra parte, el pasado viernes fueron puestos en libertad la mayoría de los 71 manifestantes que un día antes habían sido detenidos durante las protestas en las calles de Phoenix en contra de la nueva ley de inmigración del Estado.