Ban Ki-moon ve "injustas" las críticas contra su gestión
El 9 de agosto el secretario general Ban Ki-moon respondió en una conferencia de prensa a dos ex altos funcionarios de las Naciones Unidas, que habían criticado el liderazgo de surcoreano y lo acusan de dejar por los suelos a la agencia supervisora al ignorar las reglas de contratación de la ONU que requieren cubrir las vacantes en base a la experiencia y los méritos adquiridos.
“Si cualquier persona o país miembro de la ONU o colega en el Secretariado me acusa en asuntos de responsabilidades o éticos, lo veo como injusto", dijo el jefe de la ONU a los periodistas, y aseguró que “desde el primer día” esos principios han sido una de sus prioridades al frente del organismo, añadiendo que ha conseguido “muchos progresos, progresos sin precedentes”.
En ese aspecto, resaltó que desde que asumió el cargo en enero de 2007 ha hecho obligatoria la adopción de un mismo código de ética para todos los programas y fondos de la organización pese “a las muchas reticencias” de sus responsables y ahora lo hará con las agencias especializadas.
Asimismo, insistió en que ha dado plena autonomía a la Oficina de Supervisión Interna de Naciones Unidas (OIOS) para combatir la corrupción dentro del organismo.
“Por eso, si alguien cuestiona mi integridad o mi compromiso con la depuración de responsabilidades o la ética desde un principio, me es muy difícil aceptarlo”, agregó.
El “cuestionamiento” al que hacía referencia el secretario general es el informe confidencial 'Finalización de funciones' que Inga-Britt Ahlenius (la ex vicesecretaria general de la Oficina de Supervisión Interna) dejó sobre su mesa antes de abandonar el cargo el mes pasado, donde detallaba sus desacuerdos con Ban y que se filtró a la prensa. En dicho informe, se acusa a Ban de incumplir la promesa de reformar la ONU que hizo al asumir el cargo de secretario general. La alta funcionaria sueca también le culpa por el desorden que, según ella dijo, fue incapaz de arreglar en la Oficina de Servicios de Supervisión Interna que dirigió desde mediados de 2005 debido a que Ban impidió hasta en nueve ocasiones la contratación del respetado ex fiscal estadounidense Robert Appleton como director permanente de la División de Investigación. Appleton ya había destapado una veintena de casos de corrupción en el organismo al frente de un equipo de investigación temporal.
En este marco, cabe destacar que la Asamblea General de la ONU estableció la OIOS en 1994 para realizar auditorías de los departamentos principales de la ONU sobre corrupción y mala conducta. La resolución que la fundó garantizaba su “independencia operativa” pero la situaba bajo la autoridad del secretario general.
La agencia de noticias Associated Press (AP) informó la semana pasada que el fiscal estadounidense Robert Appleton interpuso una queja de 76 páginas al Tribunal Laboral del organismo contra Ban Ki-moon en la que lo acusa de bloquear su contratación a causa de su género y nacionalidad. Hay que mencionar que Appleton dirigió la unidad especial contra 'delitos de cuello blanco' de la ONU, conocida como el Equipo Especial sobre Adquisiciones, de 2006 a 2008.
Ban aseguró hoy que rechazó las recomendaciones de Ahlenius porque no siguió “los procedimientos correctos requeridos por la regulación de la ONU”.
“No espero que a todos los países miembros o a todo el personal del Secretariado le gusten mi estilo y políticas, pero soy un hombre con sentido común, muy razonable y práctico, que no se va a los extremos”, agregó.
El revuelo causado por el informe interno de Ahlenius y la querella de Appleton son vistos como particularmente perjudiciales para la gestión del ex ministro de Exteriores surcoreano, que asumió el cargo hace más de tres años con la promesa de reparar el daño que supuso para la institución el escándalo del programa 'Petróleo por alimentos' en Irak.