Kobani ¿Por qué los civiles no abandonan el eje de la guerra contra el Estado Islámico?
La ciudad siria de Kobani, poblada mayormente por kurdos, vive ya tres meses de intensos combates entre el Estado Islámico (EI) y las Unidades de Protección Popular (YPG), los milicianos kurdos que protegen la ciudad de los yihadistas sunitas.
A pesar de ello, y de casi dos años de continuo asedio, varios civiles deciden no huir de la ciudad. Muchos kurdos buscaron refugio en Turquía, pero allí los tratan como a "gitanos", según cuenta en un reportaje a la cadena 'Al Jazeera' una de las ciudadanas que decidió quedarse.
Los domicilios no cuentan con calefacción ni gas, así que las mujeres encienden hogueras afuera, para cocinar y para calentarse.
No quedan tiendas, pero los productos básicos, como alimentos, ropa y medicina, son provistos por las YPG y por el Peshmerga, el ejército kurdo iraquí. Hasta continúa la recolección de basura, aunque los basureros deben andar armados.
Mientras que algunas mujeres sirven a sus familias y "hornean el pan" para los combatientes, otras participan de las acciones bélicas. Ellas pueden hacerlo, así como la mayoría de los ciudadanos. Todos, incluso los niños, aprenden a manejar las armas y guerrear, según los propios residentes.
Los kurdos que viven alrededor de un ex mercado, quitaron las paredes entre las tiendas y las casas, así que pueden moverse adentro sin ser advertidos. De esta manera, pueden abastecer a los que se encuentran en primera línea de combate y transportar a los heridos. También cuelgan grandes sábanas en las entradas de las calles para protegerse de los francotiradores.
Apoyados por los ataques aéreos de la coalición extranjera contra el EI, los kurdos sostienen que lograron el control sobre un 70% de la ciudad, aunque resulta difícil verificar esa cifra, según 'Al Jazeera'.
El Estado Islámico controla los amplios territorios alrededor de Kobani, incluyendo 400 localidades. Incluso si las YPG logran liberar la ciudad, Kobani permanecerá rodeada por el EI y su futuro seguirá siendo incierto, reconocen los ciudadanos. "No queremos nada, salvo la victoria, y la vamos a lograr", afirman a pesar de todo.