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Charlie Hebdo, déjà-vu…

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El poeta inglés del siglo XVII John Donne alguna vez alabó la sociedad humana diciendo que “Ningún hombre es una isla, entero en sí mismo…”, concluyendo que “la muerte de cualquier hombre también a mí me disminuye….  Qué así sea con el asesinato de los doce caricaturistas y periodistas de Charlie Hebdo.

Ahora bien: ¿estaremos viendo la imagen completa y veraz de lo sucedido?  ¿Estarán sobre-actuando los gobiernos y medios de prensa occidentales? Y si así fuera, ¿por qué?  ¿Cuáles fines tendrían en mente?

Llórame todo un río de lágrimas...

Los gobiernos y medios occidentales han convocado y reunido a millones de ciudadanos en toda Francia, Europa y el mundo entero para llorar a estos doce apóstoles sacrificados en el altar de la libertad de prensa. 

Como prueba de la seriedad con que abordan este tema, la mayor parte de los políticos franceses - empezando por el presidente Françoise Hollande y el primer ministro Manuel Valls - estuvieron codo-a-codo con otros líderes mundiales, que incluyeron a la alemana Angela Merkel, al británico David Cameron y al israelí Benjamin Netanyahu. El secretario de Estado norteamericano John Kerry envió las condolencias de su Nación a los franceses en su propio idioma.

Sin embargo, esto contrasta de manera dramática con el hecho de que no se haya derramado lágrima alguna por los miles de hombres, mujeres y niños palestinos martirizados hace pocos meses atrás; o por los millones asesinados y heridos por EEUU y sus aliados de la OTAN, en Irak, Libia, Siria, Afganistán y Pakistán. ¿No son también ellos merecedores de manifestaciones masivas encabezadas por los Hollande, Merkel, Cameron y Netanyahu de este mundo, honrando así sus martirios?

Pues si hoy millones de personas se dan cita en las calles y plazas de París y de toda Francia para derramar lágrimas de simpatía por estos doce caricaturistas, entonces ¿qué gigantescas torrentes de lágrimas – ¡ríos enteros! – quedan aún por llorar por los millones de anónimos mártires asesinados precisamente por estos mismos líderes mundiales que se dieron cita en París, con sus rostros tan adustos?

La guerra en el siglo XXI

Las burdas invasiones militares y torpes declaraciones formales de guerra propias del Siglo XX, ya no van más en este siglo XXI. 

La ex-Unión Soviética aprendió en forma dolorosa esta lección de la historia con su implosión en 1990, cuya mecha fue encendida décadas antes: en Budapest en 1956, Checoslovaquia en 1968, Polonia en 1981 y especialmente en Afganistán en 1979.  ¡El comportamiento burdo y poco político de la Nomenklatura soviética terminó costándole todo un imperio! ¡Se lo tenían merecido! 

EEUU, el Reino Unido y sus aliados en cambio aprendieron esta misma lección aunque de manera menos dolorosa que la ex-Unión Soviética: en Vietnam, en la ex-Yugoeslavia, en Afganistán, en Irak y Libia.  Sin embargo, aún no han pagado por sus horrendos crímenes y genocidios ya que los Bush, Cheney, Wolfowitz, Albright, Clinton, Rice, Blair, Aznar, Netanyahu y Sarkozy aún caminan libres por la calle.

Entonces, ¿cómo se libran las guerras en este 2015? 

En gran medida, ingenierizando procesos de caos social dentro de los países elegidos como víctimas.  Esto se lleva a cabo de manera oficial y no-oficial, utilizando la fuerza militar, las operaciones negras de inteligencia, los servicios inconfesables de oscuros “contratistas privados”, y una amplia gama de operadores clandestinos quienes financian, entrenan, arman, apoyan, brindan cobertura mediática y lanzan cortinas de humo, a través de un aún más amplio conjunto de agentes, mercenarios y traidores locales: se lo llame “primavera árabe”, o “cambio de régimen” en Ucrania, o luchadores “mujadeyines” contra la URSS en Afganistán  (Hilary dixit), o “soldados de liberación” en Libia o Siria… la lista es muy larga. 

Incluso no debemos sorprendernos cuando de esta larga cadena de “Comando y Confusión Organizada”, algunos de sus mercenarios terminan militando en las filas del Estado Islámico, ISIS, EIIL, ISIL, Al-Qaeda de Yemen, o vaya a saber que otras extrañas agrupaciones…

Este “Modelo de Guerra” cuenta con “módulos” específicos que tienen como misión “generar las circunstancias adecuadas” que ayuden a “justificar acciones de guerra contra…”: determinadas naciones, ideologías, o algún “grupo terrorista” difuso, ambiguo, inexplicado e inexplicable.  En pocas palabras creando las circunstancias necesarias que permitan satanizar al nuevo “enemigo”.

Hace medio siglo, ese “enemigo” era “el Peligro Comunista”: la ex-Unión Soviética y sus aliados.  Pero eso ya se acabó y fue enterrado.  Una de sus últimas coronas fue colocada en su tumba hace pocas semanas cuando el presidente Obama “normalizó” relaciones con la Cuba de Castro.

Hoy, los “malos de la película” son el “terrorismo fundamentalista islámico…”, más quienes directa, indirecta o supuestamente los apoyan: Rusia, China, Venezuela y toda otra nación, grupo o actor que rehúse a alinearse a los intereses de EEUU, el Reino Unido, la Unión Europea e Israel…

¿Existe algún indicio de este tipo de “ingeniería de ataque” en el caso de Charlie Hebdo?

La ingenierización de semejantes “eventos de alto impacto”, sumamente complejos, elusivos, sutiles (a-veces-no-tan-sutiles) orientados a conmover a la opinión pública nacional, regional y global en determinadas direcciones, hoy se encuentra en plena marcha. En verdad, su velocidad y potencia han aumentado vertiginosamente a partir del 11 de septiembre de 2001.  

Por eso, cualquiera que desafía la visión del mundo oficial y políticamente correcta sostenida por EEUU, Reino Unido, Europa e Israel queda inmediatamente señalado como “un loco de las teorías conspirativas”, o un “demente que cree en ataques de bandera falsa”; en síntesis, un paranoico que debe ser ignorado.

El mensaje es claro: ¿Cómo se atreve usted a creer que los amistosos banqueros globales Rockefeller, Rothschild y Soros pueden coordinarse con los socialmente sensibles militares y fabricantes de armas; aliados con esos buenos chicos y chicas que manejan las cosas desde la Casa Blanca, el Congreso de EE.UU., la casa del primer ministro inglés y el Palacio del Eliseo; aliados a esos honestos y veraces informadores de FoxNews, BBC, CNN, New York Times, Washington Post; que a su vez trabajan coordinadamente con aquellos talentosos muchachos de la industria del ”entretenimiento” y publicidad de Hollywood? 

¿Cómo se atreve usted a pensar que todos ellos quieren engañarlo instigando en usted odio por tal o cuál grupo terrorista, religión, nación, o “estado transgresor”, para que usted luego apoye que se bombardeen sus ciudades, se asesine a su pueblo y se destruya su territorio?

 ¿Déjà-vu?

Aquellos locos que creen en las teorías conspirativa dirán que los ataques de Falsa Bandera tienen ciertos factores clave en común: como el “hallazgo” que hizo el FBI entre los escombros de las Torres Gemelas del pasaporte intacto del terrorista Mohammed Atta (por más que la historia oficial también dice que “el calor fue tan intenso que derritió las cajas negras de ambas aeronaves”), o el  oficial de inteligencia del Ejército Israelí que en julio 1994 encontró entre los escombros del edificio de la mutual judía AMIA/DAIA en Buenos Aires un trozo de metal del bloc del motor que señaló un (inexistente) coche-bomba… 

¿Hubo algo parecido en el caso de Charlie Hebdo?  Bueno, uno de los hermanos Kouachi terroristas, salió de su casa esa mañana llevando su Documento de Identidad encima, que convenientemente "se le cayó” dentro del vehículo utilizado para realizar el ataque y que fue rápidamente “hallado” por la policía francesa. De acuerdo: ambos eran jóvenes y probablemente su mamá les pidió que llevaran sus documentos cuando se despedía de ellos y les entregaba su viandita para el almuerzo... 

Esta “feliz casualidad” ayudó a que la policía francesa identificara en tiempo record a los terroristas encapuchados; los hallara en tiempo record; los acorralara en tiempo record y los matara en tiempo record.

Inmediatamente, se informó que el comisionado policial Helric Fredou de la Policía Judicial francesa quién estaba investigando este caso “se suicidó durante la noche del miércoles al jueves en la comisaría policial…”. ¿Sabría “algo” el Sr. Comisionado que no debía divulgarse para no “turbar a la opinión pública global”? Esto nos recuerda aquél oscuro episodio del joven ciudadano brasileño Jean Charles Menezes, electricista de los Subterráneos de Londres que fuera perseguido por la policía londinense y acribillado a balazos en una estación del subterráneo londinense porque lo creyó erróneamente “sospechoso”. ¿Habrá visto Menezes alguna “extraña intervención” sobre los vagones del subterráneo que luego explotaron el 7 de Julio de 2005?

Sea como sea, una cosa es cierta: los testigos muertos o “suicidados”, no hablan…  Tampoco lo hacen “terroristas” cabezas de turco muertos.

De todos modos, antes de morir, “alguien” que casualmente estaba en el techo del edificio de la sede de Charlie Hebdo, filmó la huida de los hermanos Kouachi y grabó sus gritos de “Díganle a los medios que esto lo hizo Al Qaeda de Yemen!”. 

Este circunstancial paseador de techos, también filmó cómo uno de esos terroristas estúpidamente se desvió para rematar un tiro a quemarropa a la cabeza a un policía herido que yacía sobre la vereda.  Extrañamente, sin embargo, no hubo ni charco de sangre ni pedazos de cerebro sobre el pavimento: en verdad ese “policía asesinado” (para colmo, musulmán!) apenas se movió… Muy distinto a aquellas terribles imágenes que conmocionaron al mundo cuando el asesinato del presidente Kennedy en Dallas en 1963 que muestran – aún con la baja calidad de las películas Super-8 de entonces - como el segundo balazo destrozó la cabeza de JFK lanzando una nube de sangre.

 ¿Quiénes lo hicieron?

Cuando ocurren ataques terroristas de este tipo, conviene siempre hacerse dos preguntas clave:

(1) ¿A quiénes beneficia? y

(2) ¿Quiénes aportan el dinero y la logística.

En el ataque a Charlie Hebdo – al igual que con los ataques del 11 de septiembre en Nueva York / Washington, las bombas de Londres del 7 de Julio de m2005 y las de Atocha en España en marzo 2004, y al igual que con los ataques contra la sede de la mutual judía AMIA/DAIA en Buenos Aires – claramente el mundo árabe y musulmán no se beneficiaron en absoluto. 

Todo lo contrario: sistemáticamente los musulmanes son los grandes perdedores porque todos estos “ataques terroristas islámicos” condujeron directamente a las invasiones de Afganistán, Irak, Libia, el bombardeo de Siria, acoso y amenazas contra Irán, formando todo parte de la “Primavera Árabe…” 

¿Qué hay del rastro del dinero y la logística?  Esto es más difícil de saber: con tantos billonarios súper-ricos norteamericanos, británicos, israelíes, saudíes, kuwaitíes, y mega banqueros que tienen agua para llevar a sus molinos…

En verdad, se supone que con sus altamente sofisticados sistemas de datos y de mega-lavado de dinero con los que operan, debieran poder rastrear  la ruta del dinero del terrorismo y luego divulgarlo al mundo…  Sin embargo, rara vez dicen palabra alguna al respecto.  

Es más: cuando los entes supervisores de EEUU, el Reino Unido o la Unión Europea les imponen fuertísimas multas por lavado de dinero, estos megabancos simplemente las pagan sin chistar… y siguen con sus negocios.

La decadencia de Occidente

Por último, el triste episodio de la semana pasada sirvió para desenmascarar cuán completa y profunda resulta la descomposición moral, bancarrota cultural, hipocresía ética y generalizada Decadencia de Occidente, sabiamente prevista en 1917 por el filósofo alemán Oswald Spengler.

Las doce víctimas de Charlie Hebdo son hoy presentadas ante la opinión pública como “luchadores por la libertad de prensa”, justificando así los horribles insultos religiosos que lanzaron semana tras semana…

Miremos más de cerca a algunos de esas caricaturas que aparecieron en las portadas de Charlie Hebdo: un clérigo musulmán muerto por balas que atraviesan un Corán (que es descripto como “Merde”); una caricatura de Mahoma desde atrás con sus genitales al aire portando una estrella en el trasero (diciendo “nace una estrella”); un dibujo de Stephan Charbonnier (“Charbo”) el caricaturista estrella de Charlie Hebdo dándole un beso baboso gay a un clérigo musulmán…

¿Se supone que esto ha de parecerle gracioso a los 4 millones de musulmanes franceses?  ¿Ha caído tanto Francia que su pueblo considera estos groseros insultos religiosos y burda discriminación como ejemplos de “humor”?

Incluso, Charlie Hebdo no se limitó a atacar e insultar sólo a musulmanes.  Una de sus “simpáticas caricaturas” muestra al Dios cristiano, siendo sodomizado por “Jesús”, que a su vez es sodomizado por el “Espíritu Santo”. 

¿Cómo puede esta mugre nacida de la cloaca de mentes enfermas considerarse como “sentido del humor”? 

Seguramente, muchos lectores creerán que esto está bien y dirán que aún semejantes caricaturas burdas deben ser toleradas en nombre de la “libertad de prensa”.

De acuerdo.  Entonces probemos este ejemplo de “humor”: ¿Qué hubiera ocurrido si Charlie Hebdo hubiera publicado una portada mostrando a una Jehová/YHWH siendo sodomizado por una “simpática figurilla de Adolfo Hitler” ante docenas de oficiales de la SS portando esvásticas, riendo y aplaudiendo delante de la entrada al campo de concentración de Auschwitz?   ¿¡No le parece gracioso!?

Sin duda alguna, ante semejante barbaridad, la Liga Anti-Difamación, el Congreso Mundial Judío, AIPAC, la logia B’Nai B’rith, junto con los cientos de poderosísimos lobbies sionistas y judíos en Europa, Reino Unido, Canadá, Argentina (con la DAIA y AMIA a la cabeza), hubieran muy justificadamente puesto el grito en el cielo ante semejante insulto.  ¡Las cabezas en el gobierno y entre los periodistas hubieran rodado durante meses!

En verdad, son estos mismo lobbies judíos y sionistas los que saltan como leche hervida acusando a cualquiera de “antisemitismo” por sólo osar criticar los genocidios perpetrados por Israel contra los palestinos.

Incluso han llegado al extremo de hacer prohibir toda clase de revisionismo histórico y opinión alternativa que a ellos no les plazca, respecto de lo que realmente ocurrió en Europa durante la segunda guerra mundial. 

Su influencia es tan gigantesca, que cometer este “delito de opinión” en Alemania, Austria, Bélgica, Holanda, Canadá, España y en la propia Francia – hoy “tierra de la libertad de prensa” – conforma un delito castigado con prisión.  Pregúnteseles sino al historiador inglés David Irving, al historiador francés Robert Faurisson, y al investigador alemán Ernst Zündl. 

Efectivamente, pareciera con un enorme sector de la opinión pública occidental con mentalidad de cordero se ha extraviado irremediablemente.  Esto es muy malo, pues el evento Charlie Hebdo de la semana pasada probablemente sea apenas un primer eslabón en una cadena de creciente violencia de este tipo de "eventos ingenierizados”, que el mundo irá padeciendo en los meses por venir.

De manera que más vale que empecemos a entender lo que realmente está ocurriendo; veamos las cosas como realmente son; y pensemos más con nuestros propios cerebros y menos con el cerebro políticamente correcto de CNN, BBC, FoxNews, Rupert Murdoch, AIPAC, el Congreso Mundial Judío, la OTAN y los voceros de los gobiernos occidentales. 

La humanidad se encuentra en un punto de inflexión que hace que estos tiempos sean muy peligrosos…!

John Donne terminaba su poesía citada al principio con estas conocidas palabras: “…de manera que jamás preguntes por quién doblan las campanas; pues doblan por ti.”

Adrian Salbuchi para RTAdrian Salbuchi es analista político, autor, conductor del programa de televisión “Segunda República” por el Canal TLV1 de Argentina.  Fundador del Proyecto Segunda República (PSR). www.proyectosegundarepublica.com

Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de RT.

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