Un juego ilegal que sigue vivo en pleno centro de Moscú

Con el respaldo de estrellas del pop y estrellas del deporte, el póker es considerado el juego con mayor crecimiento del mundo. Tanto que el 29 de abril, el Comité Olímpico Internacional lo reconoció como un juego de habilidad y ahora algunos quieren convertirlo en un evento olímpico.

Pero claro está que Rusia no va a enviar a ningún equipo. El 1 de julio del año pasado entró en vigor la ley según la cual se prohibió los juegos de casino en casi todo su territorio, y se los trasladó a cuatro lugares remotos del país. A principios el póker no se consideraba un juego de azar, pero luego también tuvo que trasladarse a la 'reservas'.

El primer ministro Vladímir Putin dijo incluso que la adicción al juego era peor que el alcoholismo, paralizando la vida de jóvenes y ancianos por igual.

Cuando el póker era legal, el Estado ruso ofrecía asesoramiento gratuito a los adictos. La calle Nóvyi Arbat, en el centro de Moscú, fue un gran centro de jugadores antes de la prohibición.

Y lo sigue siéndolo ahora. Los inspectores dicen que todavía hay muchos casinos en Moscú donde se juega al póker clandestinamente. Las luces de neón desaparecieron, pero las mesas siguen funcionando en la oscuridad. Mientras tanto la policía se queja de que todavía no tiene los recursos suficientes para controlar este tipo de delitos.

Las autoridades dicen que desde la prohibición, el número de 'madrigueras' del póker en realidad ha subido. Según comenta Irina Volk, jefa de la Unidad de Delitos Económicos de la Policía de Moscú, la policía acaba de desarticular una red gigante de póker clandestino en el centro de la capital rusa. Tenían todo un circuito cerrado de televisión del local. La gente necesitaba contraseñas para entrar. Había que pasar por varias puertas de hierro y a continuación registraban a todos antes de autorizarlos a jugar.

Alex Kostrítsyn, jugador profesional, quien ha ganado millones de dólares en los torneos, asegura que la culpa es de los malos jugadores y no del deporte. “La mayoría de los jugadores no pueden controlar sus emociones. El Gobierno vio que había gente trastornada, infeliz por haber perdido su dinero; entonces dijeron: bueno, es un juego de azar así que vamos a prohibirlo. Pero en realidad, no lo es".

Hay que agregar el hecho de que muchas personas continúan jugando al póker en Internet y en los países vecinos con casinos legales, que están a un corto vuelo de distancia. Los expertos creen que por ahora esta polémica del juego está mirando al Ejecutivo, con cara de póker.