Brasil reducirá la pobreza y aumentará las pensiones
Brasil planea reducir el nivel de pobreza a la mitad en un plazo de cuatro años y aprueba, contra todo pronóstico, un aumento de las pensiones de un 7,7% para la próxima legislatura (el aumento proyectado hasta esta madrugada era de un 6,14% y Lula había asegurado a la opinión pública que no variaría esta decisión).
Según un estudio de la Fundación Getulio Vargas, de los actuales 30 millones de ciudadanos que no pueden satisfacer sus necesidades básicas, en 2014 sólo quedarán 15 millones. El estudio pronostica que ese año sólo un 8% de los brasileños podrá considerarse pobre. Cabe recordar que hace sólo ocho años, casi 50 millones de brasileños (de los 190 millones de habitantes del país) vivían en la pobreza. Desde esa época, más de 20 millones de personas han superado la barrera de la pobreza para pasar a formar parte de la clase media baja, señala el periódico El País.
Los economistas dicen que tales resultados se alcanzaron por la conjunción de varios factores. En primer lugar por la creación de 12 millones de empleos fijos en los últimos ocho años, así como el aumento en un 53% del sueldo base de los trabajadores. Además, el Gobierno del presidente Lula da Silva ha desarrollado una política de ayudas sociales a las familias pobres.
También se están elaborando proyectos para construir millones de viviendas en un futuro inmediato, impulsados tanto por el Gobierno como por la iniciativa privada, por lo que se prevé un aumento de la demanda laboral y de los puestos de trabajo en este sector. La celebración en Brasil de los Mundiales en 2014 y de los Juegos Olímpicos en 2016 es otra importante fuente de creación de empleo.
Por otra parte, esta misma madrugada, el presidente brasileño sancionó un aumento de las pensiones en un 7,7%, lo que supone más de 1,5 puntos por encima de lo previsto inicialmente (6,14%). El equipo económico del Gobierno del país había desaconsejado la subida por su importante impacto en las cuentas estatales, pero finalmente el mandatario decidió no vetar esta medida en el Congreso para favorecer a la candidata de su partido en las próximas presidenciales, ya que la oposición habría aprovechado esa decisión en la campaña.