La industria armamentística de EE.UU., 'a la defensiva' ante las fugas cibernéticas
A principios de este mes la Oficina de Administración de Personal de EE.UU. (OPM, por sus siglas en inglés), anunció que se había producido una fuga de información que afectaba a 4 millones de trabajadores gubernamentales. Las autoridades del país responsabilizaron de lo ocurrido a 'hackers' de China, que niegan cualquier implicación.
Fabricantes de armas estadounidenses aseguran que sus redes se encuentran en el punto de mira de 'hackers' vinculados a China y otros países, que intentan obtener información clave sobre nuevas armas, incluyendo aviones de combate, bombarderos y redes de satélites. El Comité de Servicios Armados del Senado estadounidense espera aumentar en 200 millones de dólares al presupuesto fiscal del Pentágono para 2016 para someter a una revisión cibernética a los programas de armas.
"Es muy decepcionante que esta información fuera aparentemente tan fácil de conseguir", dijo a Reuters Dave Wajsgras, de la corporación industrial Raytheon, uno de los mayores contratistas de defensa militar de Estados Unidos. Según él, las numerosas brechas digitales, tanto en redes privadas como gubernamentales, requieren que se tome la cuestión "mucho más en serio".