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A un año de la tragedia del MH17: Una investigación politizada y sin resultados

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El 17 de julio de 2014 el vuelo MH17 de Malaysia Airlines, en el que viajaban 298 personas, se estrelló en territorio ucraniano. Ya ha pasado un año desde la peor tragedia en la historia moderna de la aviación civil, pero es poco lo esclarecido. Pese a que las investigaciones están lejos de concluir, algunos países y medios han sacado conclusiones y acusan duramente sin aportar prueba, mientras Rusia pide aguardar a los resultados oficiales. ¿Qué claves de la tragedia se conocen hasta la fecha?
A un año de la tragedia del MH17: Una investigación politizada y sin resultados

El Boeing 777 de Malaysia Airlines se estrelló el pasado 17 de julio en el sureste de Ucrania, muriendo todos los pasajeros y los tripulantes, 298 personas en total. En un informe preliminar de los Países Bajos se estableció que la causa de la tragedia del MH17 fue un daño estructural causado por un impacto externo. 

Al mismo tiempo, según el informe publicado por el consorcio ruso Almaz Antei, lo más probable es que el Boeing fuera derribado con un misil tierra-aire 9M38M1 del sistema de defensa aérea Buk-M1. Tanto el Gobierno ucraniano como las autodefensas de Donbass se niegan a asumir la responsabilidad por lo ocurrido.

El derribo del avión malasio en pleno auge del conflicto ucraniano marcó un punto de inflexión en la crisis. Sin presentar prueba alguna, Washington, Kiev y algunos países europeos se apresuraron a culpar de la tragedia a Rusia y a las autodefensas. Moscú, por su parte, llamó la atención sobre carácter infundado de estas acusaciones a la espera de la versión final del informe sobre la catástrofe. 

Una investigación "politizada"

Desde el momento de la catástrofe varios políticos y medios occidentales lanzaron al unísono acusaciones contra las autodefensas del sudeste ucraniano sin esperar al anuncio del informe final de la investigación de la comisión internacional, lo que está prohibido por las normas jurídicas internacionales.

"Por ejemplo, recientemente el embajador estadounidense en Rusia, John Tefft, afirmó que sabe 'quién derribó el avión'. Este tipo de declaraciones no se corresponden con los requisitos de la Convención Internacional de Aviación Civil y deben ser vistas como una presión deliberada sobre la comisión internacional de investigación para conseguir las conclusiones deseadas", dijo este jueves Oleg Storchevói, vicepresidente de la Agencia Federal de Transporte Aéreo de Rusia (Rosaviatsia).

Como argumentos para apoyar estas afirmaciones muchas veces se utilizaba información de poco grado de fiabilidad y no confirmada por fuentes oficiales. Por ejemplo, el teniente general Michael Flynn, director de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA), reconoció el papel decisivo jugado por los mensajes en las redes sociales en la investigación de las causas del colapso del Boeing. Al mismo tiempo, tampoco se hicieron públicas imágenes de satélite que pudieron haber ayudado a esclarecer los hechos.

La investigación de la tragedia ha sido politizada desde el principio.Estamos más bien en un proceso político más que en un proceso de depuración de responsabilidades y de Justicia

Una de las manifestaciones más recientes se produjo este miércoles, cuando la cadena de televisión estadounidense CNN, citando fuentes propias, dijo que el informe sobre los resultados de la investigación del accidente del Boeing 777 de Malaysia Airlines culpa a la milicia popular de Donetsk y a Malaysia Airlines de la tragedia. Según la CNN –que se remite a una fuente que ha tenido acceso al proyecto de informe final de los investigadores holandeses–, el texto establece además el tipo exacto de misil que derribó el avión del vuelo MH17, así como su trayectoria.

De acuerdo con la misma fuente, el proyecto de informe concluye que las milicias populares controlaban la zona y que, precisamente por ello, cabe atribuirles a ellas la culpa de lo sucedido. Este informe al que se refiere CNN se publicará en la primera semana de octubre.

A su vez, el Consejo de Seguridad de los Países Bajos que se encarga de la investigación no ha confirmado la información de la cadena CNN. "No podemos confirmar nada. Se trata de un borrador de un informe confidencial. Podremos hacer comentarios sólo cuando se publique el informe final", señalaron a RT fuentes del organismo.

Desde la Administración de la República Popular de Donetsk niegan que las autodefensas controlaran el área desde la que, supuestamente, fue lanzado el misil. "Nosotros no controlábamos aquella zona. Allí había un mosaico completo. Solo tres meses después de la tragedia fue posible decir que una parte [del conflicto] controlaba una u otra localidad", manifestó a Interfax el viceprimer ministro de la República popular de Donetsk, Andréi Purguín.

"La investigación de la tragedia ha sido politizada desde el principio", asegura al respecto el exasesor de los senadores republicanos de EE.UU., James Jatras. "Estamos más bien en un proceso político más que en un proceso de depuración de responsabilidades y de Justicia", afirmó.

Rusia publica primeros datos objetivos

Precisamente, Rusia fue el primer y único país que ha proporcionado de inmediato y públicamente sus datos objetivos de control relacionados con el accidente

A lo largo de este año el ministerio ruso de Exteriores ha insistido en repetidas ocasiones en la necesidad de llevar a cabo una investigación imparcial, transparente y rápida de la catástrofe.  

El representante oficial de la cancillería rusa, Alexánder Lukashevich, señaló que las declaraciones de la supuesta falta de voluntad de Rusia a la hora de cooperar en la investigación del accidente de Boeing malayo "carecen de fundamento y se alejan de la realidad".

"Precisamente, Rusia fue el primer y único país que ha proporcionado de inmediato y públicamente sus datos objetivos de control relacionados con el accidente", afirmó.

Por su parte, tras un año de pesquisas, el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, ha denunciado "un año de inacción", expresando que la investigación "genera numerosas preguntas, empezando por el hecho de que el retiro de los restos del avión desde el lugar de la catástrofe empezó varios meses después".

"Tenemos mucho que contraponer a la investigación neerlandesa"

Los neerlandeses desempeñan el papel principal en la investigación internacional de la tragedia del avión malasio, ya que dos tercios de las víctimas de la tragedia eran ciudadanos o residentes de los Países Bajos. 

En el curso de la investigación de las causas sobre la caída del avión, que se ha dilatado más de lo previsto, se publicó en septiembre de 2014 un informe preliminar de la Junta de Seguridad de los Países Bajos (DSB). No obstante, no aportó avances significativos, ni explicaciones concretas de la catástrofe. El informe sí estableció que la causa de la tragedia del MH17 fue un daño estructural causado por un impacto externo. 

"El daño observado en el fuselaje delantero y la parte de la cabina de la aeronave parece indicar que hubo impactos de un gran número de objetos de alta energía desde el exterior del avión", se comunicó en el documento. Asimismo, se informó que "el hecho de que había muchas piezas de la estructura de la aeronave distribuidas en un territorio grande indicó que la aeronave se había destruido en el aire".

En cuanto al informe final sobre los resultados de la investigación de la catástrofe, el 2 de julio de 2015 el proyecto de este documento fue recibido por Rosaviatsia para la preparación de comentarios, según ha anunciado el vicepresidente de esa entidad, Oleg Storchevói. Asimismo, ha añadido que después de las consultas con todos los Estados que participan en la investigación, el informe será publicado por la parte neerlandesa y será accesible para el público.

Rusia puede contraponer numerosos argumentos a las afirmaciones del proyecto neerlandés del informe sobre la catástrofe, sostiene el vicepresidente de Rosaviatsia. "Quiero señalar que tenemos mucho que contraponer a este documento y a sus tesis particulares", subrayó.

Según el jefe de Rosaviatsia, Serguéi Neradko, la parte rusa fue una de las primeras en plantear la cuestión de "por qué el prolongado conflicto armado en el sudeste de Ucrania no llevó a las autoridades de aviación de Ucrania y de Eurocontrol a tomar una decisión sobre el cierre de la zona de servicios de tránsito aéreo sobre Lugansk y Donetsk".

Los puntos clave de la investigación

En el marco de la investigación rusa, el consorcio ruso Almaz-Antei, fabricante de los misiles Buk, posibles 'culpables' de la tragedia, organizó a principios de junio una presentación dedicada a la investigación del accidente en el este de Ucrania.

Según se desprende de su informe, redactado a partir de la trayectoria e impactos que "supuestamente 'cortaron' toda la parte delantera del avión", es muy probable que la aeronave fuera alcanzada por un misil teledirigido tierra-aire 9M38M1 del sistema de defensa aérea Buk-M1, desde una localidad en inmediaciones de la aldea Zaróschenskoe. De acuerdo con el Ministerio ruso de Defensa, en aquel entonces esta zona se encontraba bajo control de las fuerzas gubernamentales de Ucrania.

Además, el misil no pudo haber sido lanzado desde el pueblo Snezhnoe, como sugirieron las autoridades ucranianas, explican los expertos, basándose en los cálculos correspondientes que lo demuestran.

Anteriormente Rusia calificó de "absurdo" que Kiev diga que no tiene complejos Buk, porque sí los tiene y hay pruebas de ello. "La afirmación de que Ucrania no tiene complejos Buk es equivalente a decir que no hay agua en el mar", dijo a principios de junio el representante oficial del ministro ruso de Defensa, el general mayor Ígor Konashénkov. "Se pueden nombrar infinitos ejemplos que prueban la existencia de los Buk en Ucrania. Hay imágenes por satélite, fotografías, contratos de suministro, testimonios de los militares. Este es un hecho evidente e indiscutible", recalcó.

Precisamente, según un reciente informe de Almaz-Antei, el MH17 fue derribado con un misil que podía pertenecer "únicamente" al Ejército ucraniano. El misil tierra-aire 9M38M1 del sistema de defensa aérea Buk-M1 dejó de fabricarse en Rusia en 1999. "Por esta razón, ni el consorcio, ni ninguna de sus empresas, pudieron haber suministrado estos misiles en el siglo XXI", según Yan Nóvikov, director general del consorcio.

En el informe de Almaz-Antei se advierte también que, el mismo día del accidente, satélites estadounidenses se encontraban sobre la región ucraniana de Donbass. Los expertos confían en que esta información, junto con todos los demás datos revelados este martes, sirvan de utilidad a la hora de esclarecer la tragedia.

Las conclusiones a las que llegó Almaz-Antei en su informe se han vuelto a confirmar por el consorcio recientemente después de que sus especialistas obtuvieran nuevos datos. Asimismo, Almaz-Antei ha anunciado que está dispuesto a realizar un experimento en el que haría explotar, en un polígono, un misil tierra-aire 9M38M1 cerca de un Boeing fuera de servicio, similar al avión estrellado. El consorcio ha precisado que el objetivo no sería encontrar a los culpables, sino "confirmar el tipo del misil lanzado, la trayectoria de su acercamiento al objetivo y las condiciones de su explosión cerca del fuselaje del avión que realizaba el vuelo MH17".

¿Qué hacía un avión de combate ucraniano cerca del Boeing siniestrado?

El Ministerio de Defensa ruso sostiene que un avión de combate Su-25 ucraniano volaba a unos cinco kilómetros cerca de la aeronave siniestrada de Malaysia Airlines. Según el Ministerio ruso, la ruta del Boeing se encontraba en el radio en el que operaban las Fuerzas Armadas de Ucrania y se desvió 14 kilómetros en dirección norte.

Además, los militares rusos subrayan que medios de reconocimiento espacial ruso determinaron que una aeronave militar ucraniana, concretamente un caza Su-25, tomó altura  a unos cinco kilómetros del avión malasio.

"Nos interesaría obtener la respuesta a la siguiente pregunta: ¿Con qué objetivo un avión ucraniano realizaba el vuelo por una ruta civil y al mismo nivel de vuelo que el Boeing malasio?", se preguntó el pasado julio el general Andréi Kartopólov en rueda de prensa.

EE.UU., en una posición incómoda

El periodista estadounidense Robert Parry asegura que Washington contó con suficiente tiempo para analizar los datos de los satélites y otras fuentes de vigilancia electrónica. Por esa razón, Parry atribuye el silencio de la Casa Blanca sobre las circunstancias del incidente a "la falta de pruebas concluyentes", con las que no habría tardado en atacar a Moscú.

"Este comportamiento extraño solo refuerza la sospecha de que el Gobierno de EE.UU. tiene información que contradice sus conclusiones apresuradas, pero los funcionarios de alto rango no quieren hacer cambios en el informe, ya que ello los colocaría en una posición incómoda", resume Perry  en un artículo para el portal consortiumnews.com.

En este contexto cabe recordar que Washigton, que no tarda en acusar a Rusia del menor de los pecados, admitió en una rueda de prensa -ofrecida por el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest- que EE.UU. usa las redes sociales como principal fuente de información en la investigación de la tragedia del MH17. 

El tribunal es una iniciativa "prematura y contraproducente" 

En relación a los intentos de crear un tribunal internacional para investigar el accidente del Boeing 777 en Donbass, el representante permanente de Rusia ante la ONU, Vitali Churkin, señaló que el único objetivo de esta iniciativa es "hacer presión política sobre Moscú", mientras los expertos rusos son excluidos de participar en la investigación.

Cualquier tipo de declaraciones sobre la creación de un tribunal  son "absurdas" porque es solo un caso aislado, no se trata de actos sistemáticos de violencia masiva, que suele investigar un tribunal internacional, opina el exsecretario general adjunto de la ONU, Serguéi Ordzhonikidze.

"La caída del Boeing malasio es un trágico incidente, pero es solo un incidente. No es una manifestación de genocidio en masa, ni de limpieza étnica u otros crímenes de guerra para los que suele establecerse un tribunal. Ha habido muchos casos en los que los militares derribaron accidentalmente aviones civiles, como en el año 2001, cuando la defensa aérea ucraniana derribó un avión con nuestros pasajeros y lo negaron durante mucho tiempo. Formar un tribunal en este caso supone, sencillamente, escupir en todas las normas del derecho internacional", dijo a LifeNews Ordzhonikidze.

En una conversación con el primer ministro de los Países Bajos, Mark Rutte, el presidente ruso, Vladímir Putin, hizo hincapié este jueves en la necesidad de llevar a cabo un trabajo activo para concluir la investigación del accidente del Boeing malasio, informó el Kremlin.

El líder ruso está convencido de que no hay necesidad de formar un tribunal internacional para investigar la catástrofe. "Putin ha explicado en detalle la posición de Rusia en cuanto a la iniciativa prematura y contraproducente de una serie de países, incluyendo los Países Bajos, para establecer un tribunal internacional con el objetivo de enjuiciar a los presuntos responsables de la destrucción del avión malasio", explicó el Kremlin.

Al mismo tiempo, Putin hizo hincapié en el carácter "inadmisible" de lanzar a través de los medios todo tipo de versiones, que tienen un "caracter abiertamente politizado".

Por su parte, el canciller ruso, Serguéi Lavrovconsideró que la propuesta de crear un tribunal internacional solo busca castigar a quienes Washington considere culpables. 

"El Consejo de Seguridad de la ONU jamás ha calificado tales catástrofes con aeronaves como una amenaza a la paz y la seguridad mundial", ha comentado el canciller. "Resulta que tras un año de inacción, cuando se ignoraban los numerosos llamamientos de Rusia, proponen crear urgentemente un tribunal", ha agregado.