La inmigración pone al descubierto las fallas de la política de la Unión Europea

Recientemente la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) informó que en los primeros meses de este año llegaron a Europa por el Mediterráneo más de 138.000 inmigrantes, quienes viven un verdadero infierno en su travesía por un futuro mejor.

"Pasé tres días en tres prisiones húngaras diferentes como un criminal, sin comida ni agua, con demasiada gente dentro y demasiados niños. Entonces nos dijeron que nos fuéramos, pero sin nuestra ropa", relata a RT Hussam, un refugiado sirio que llegó caminando hasta la región alemana de Baviera a través de Hungría.

Por el momento Hussam vive en una iglesia que acoge a otros refugiados como él mientras esperan a que su petición de asilo se solucione.

"En Alemania hay alrededor de 450 refugiados repartidos en 180 iglesias. La Policía aparece por aquí todo el tiempo y no muestran demasiado respeto, pero este es un lugar sagrado, ajeno al ámbito de lo legal, así que todas estas personas se sienten seguras aquí", comentó por su parte el párroco Peter Brummer, quien lleva más de 10 años atendiendo a inmigrantes sin papeles en su iglesia.

Debido a la guerra en Siria, solo durante la mitad de este año han llegado hasta las costas griegas 68.000 inmigrantes, y para la mayoría de ellos, Grecia es el primer paso de un largo viaje. El objetivo es llegar a Alemania, Francia o las naciones escandinavas y solicitar allí asilo político.

No obstante, la resistencia de varios países miembros de la UE respecto al reparto de refugiados que se encuentran en Italia y Grecia supone un nuevo fracaso del bloque comunitario y ha puesto al descubierto las enormes fallas y la incoherencia del sistema europeo para lidiar con el fenómeno.

Mientras tanto, los refugiados que consiguen alcanzar iglesias como la de Baviera u otras zonas de Alemania se ven sometidos en ocasiones a ataques racistas por parte de los vecinos, que incluso han llegado a convocar manifestaciones en su contra.