Fuagrás y desperdicios: ¿Qué comerán los líderes mundiales en la ONU?

El jefe de cocina de las Naciones Unidas, Dan López, es responsable de dar de comer a diario a los miembros de la Secretaría de las Naciones Unidas en Nueva York. Cada año, en septiembre, los cocineros de la ONU preparan un almuerzo para los jefes de Estado y de Gobierno que asisten a la sesión de la Asamblea General. Según el Centro de Noticias de la ONU, López ha dicho que este almuerzo requiere más esfuerzo que su trabajo diario.

"Dar de comer a cuatro mil personas, tal vez, es más fácil que dar de comer a 170-190 jefes de Estado ya que en el primer caso no hay unas medidas de seguridad tan estrictas", explica López.

El chef explica que para complacer a los líderes mundiales, que representan diferentes culturas y tradiciones culinarias, están siguiendo las instrucciones del protocolo. Su tarea consiste en preparar varios tipos de aperitivos, platos principales y postres. Los empleados del protocolo realizan la degustación del vino y la comida y deciden qué van a preparar para el almuerzo.

"Aquí en la ONU los líderes mundiales prefieren la cocina clásica francesa. Hemos preparado varias veces ternera a la papillote, muselina de pollo, fuagrás. Les gusta el cordero, la ternera, el filete mignon. Durante los 12 años que trabajo aquí, estos platos siempre han estado presentes en el menú. Además, preparamos algo de pescado y algo vegetariano", agrega el cocinero.

Para satisfacer todos los gustos, el chef tiene que conocer bien las tradiciones culinarias de las diferentes culturas y el jefe de cocina de la ONU ha visitado muchos países: Italia, Francia, Bélgica, China... No obstante, la propia ONU es un lugar perfecto para aprender las tradiciones culinarias de diferentes países.

Sin embargo, este año los cocineros han preparado algo especial e inesperado para los asistentes a la Asamblea General. Para llamar atención sobre el despilfarro de la industria alimentaria mundial cuando millones de personas son víctimas del hambre, la cocina de la ONU junto con el restaurante Blue Hill ha elaborado platos vegetarianos hechos de almidón y residuos industriales de maíz.

"Se trata de una comida típica estadounidense preparada al revés. En lugar de carne en la hamburguesa ponemos el maíz con el que, por lo general, se alimenta al ganado", explica Dan Barber, cocinero y copropietario del restaurante Blue Hill.

"Queríamos crear algo delicioso con los alimentos que normalmente se tiran a la basura", añade Barber.

En cuanto al almuerzo presidencial, empiezan a elaborar el nuevo menú ya en enero. Para junio se forma una lista preliminar de platos y a finales de julio, junto con el personal de protocolo, se toma la decisión final.

"El día del almuerzo estamos algo nerviosos porque hay que recordar una gran cantidad de detalles. Pero estamos bien preparados incluso para hacer frente a situaciones imprevistas", concluye López.