¿Por qué los aliados de EE.UU. le dan la espalda en Siria?

La colaboración de las fuerzas aéreas árabes anunciada en los primeros días de la campaña contra el EI supuso un fuerte espadarazo para el Gobierno de Barack en su lucha contra los yihadistas.

Sin embargo, dicho apoyo se ha tornado últimamente en algo meramente formal, si bien comandantes de alto rango como el general Lloyd J. Austin III, que supervisa las operaciones de EE.UU. en Siria e Irak, siguen resaltando las contribuciones de los países árabes a las operaciones, informa 'The New York Times' (NYT). 

Sin embargo, a medida que Estados Unidos se adentra cada vez más en el conflicto de Siria, desplegando tropas de operaciones especiales como apoyo para las fuerzas rebeldes y enviando decenas de aviones de combate a Turquía, la campaña aérea de la alianza se ha convertido en un esfuerzo mayoritariamente estadounidense, más allá de su cuestionable eficacia.

Mientras que la mayoría de los líderes del Golfo Pérsico parecen más preocupados por apoyar a los rebeldes que luchan contra el Gobierno del presidente Bashar al Assad, algunos funcionarios de la Administración Obama perciben con resignación que sus socios árabes han dejado que Estados Unidos lleve casi todo el peso de los ataques aéreos en Siria.

Emiratos Árabes Unidos, cuya última misión aérea en Siria tuvo lugar en marzo, y Arabia Saudita, que lanzó su más reciente ataque en septiembre, han reorientado la mayor parte de sus aviones a combatir a los rebeldes en Yemen. Algo similar ocurre con Jordania, mientras que el reino de Bahréin atacó objetivos en Siria por última vez en febrero, informa el NYT, que cita a funcionarios de la coalición.