Francesco Cossiga, ex presidente italiano, falleció a los 82 años
Ex presidente de la república, ex primer ministro de Italia y senador vitalicio, Francesco Cossiga, ha fallecido a los 82 años en el Hospital Agostino Gemelli de Roma, recinto hospitalario donde fue ingresado el pasado 9 de agosto.
Cossiga fue internado por una insuficiencia cardiorrespiratoria leve, pero su condición empeoró en los días siguientes y falleció a las 13:18, hora local, debido a un fallo cardiorespiratorio, según informó el hospital.
Francesco Cossiga nació el 26 de julio de 1928 en Sassari (en la isla Cerdeña). En 1966 fue nombrado subsecretario de Defensa en el gobierno. Ocupó desde entonces altos cargos de la administración.
El democristiano Cossiga fue octavo jefe de Estado de Italia (mandato desde 1985 hasta 1992), y pasará a la historia como el presidente más polémico de la República Italiana. El “hombre solo”, como se definió cuando dimitió en 1992, fue elegido presidente de la república con 57 años, convirtiéndose así en el político más joven que ha ocupado este cargo.
Cossiga fue también primer ministro desde 1979 hasta 1980 y ocupó la cartera del Ministerio del Interior desde 1976 hasta 1978, año en el que dimitió tras uno de los episodios más trágicos de la reciente historia de Italia: el secuestro y asesinato por parte de las Brigadas Rojas del líder democristiano y ex presidente del gobierno, Aldo Moro.
Fue senador, presidente de la Cámara alta y finalmente presidente de la república hasta 1992. Desde entonces fue senador vitalicio. Sin embargo, su ambición política no terminó ahí: en noviembre de 1997, con 69 años, tras la derrota del centroderecha en las elecciones municipales, fundó el partido Unión Democrática para la República, de ideas centristas.
Durante su hospitalización, el ex jefe de Estado recibió la visita de numerosas figuras políticas y del actual presidente de la República, Giorgio Napolitano. Además, el Vaticano envió de parte del papa Benedicto XVI a monseñor Rino Fisichella.
Sus históricos adversarios definieron a Cossiga como un “enemigo duro, pero leal”, tal y como reconoció el secretario del Partido de los Comunistas Italianos, Oliviero Diliberto, al explicar que “fue un anticomunista convencido, pero siempre nos respetó”.
“Con él hemos tenido momentos de enfrentamiento y agrios conflictos, pero vividos con respeto recíproco y lealtad. En estos últimos años, nos ha unido una gran amistad, de la que estoy muy agradecido”, afirmó el ex presidente del gobierno y miembro del progresista Partido Demócrata, Massimo D'Alema.
Tras conocer la noticia de su muerte, los máximos cargos institucionales del país están suspendiendo sus vacaciones para acudir a Roma, donde, presumiblemente, se celebrará el Funeral de Estado que corresponde a los presidentes de la República.