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¿Terroristas tontos? Por qué subestimar al Estado Islámico "nos cuesta caro"
Los atentados en Francia han vuelto a plantear una de las preguntas más frecuentes últimamente: ¿Cómo combatir el terrorismo radical islámico? En ese sentido, el antropólogo Scott Atran asegura que "el primer paso para combatir el Estado Islámico (EI) es entenderlo" y la tragedia en París vuelve a indicar que "todavía tenemos que hacerlo" porque "ese fracaso nos cuesta caro", apunta.
"Las caóticas escenas en las calles de París y la reacción de temor que provocaron esos ataques son precisamente lo que el EI estaba planeado y por lo que oraba. Cuanto mayor es la reacción contra los musulmanes en Europa y cuanto más profunda la acción militar en Medio Oriente, entonces más felices se ponen los líderes del EI. Porque se trata de la estrategia clave de la organización: la búsqueda, la creación y el manejo del caos". Esa es la "verdadera" ideología de los yihadistas que abiertamente han declarado la guerra a quienes llaman infieles.
Las caóticas escenas en las calles de París y la reacción de temor que provocaron esos ataques son precisamente lo que el EI estaba planeado y por lo que oraba
En su artículo publicado en 'The Guardian' Scott Atran, antropólogo de la Universidad de Michigan y el Centre National de la Recherche Scientifique de París, cita algunos postulados que aparecen en un libro guía para los extremistas. Se trata del libro 'La gestión del salvajismo', escrito hace más de una década por el influyente yihadista Abu Bakr Naji, editado especialmente para el ala mesopotámica de Al Qaeda que, de hecho, se convirtió en el EI.
El análisis del antropólogo muestra que "los horrores de París" se cruzan con algunos de los "principales axiomas" que aparecen en esa publicación. Como por ejemplo, "sembrar el miedo en la población general, así como dañar las economías", señala el experto.
Por otra parte, la participación en la masacre del viernes en París de jóvenes de tan solo 15 años, comprueba otro punto clave para la organización terrorista reflejada en el libro, que es "capturar la rebeldía de la juventud, su energía, el idealismo y su disposición para el autosacrificio", cita Atran. Es bien conocido que los terroristas 'se alimentan' con el reclutamiento entre los más jóvenes, mientras que lo hacen más allá de la región de Medio Oriente.
Además, Atran pone de relieve la importancia que dan los terroristas a la relación causa-efecto. En este contexto, el manual para las futuras generaciones de extremistas afirma que es necesario "trabajar para exponer la debilidad del poder central de Estados Unidos". El experto afirma que los yihadistas buscan realizar "lo mismo en Francia, el Reino Unido y otros aliados" de EE.UU.
Tratar al EI como una forma de 'terrorismo' o 'extremismo violento' enmascara la amenaza
"El resurgimiento radical árabe sunita, que ahora encabeza el EI, es un movimiento revolucionario dinámico, un movimiento contracultural de proporciones históricas del mundo, con la fuerza de combate de voluntarios más grande y diverso desde la Segunda Guerra Mundial. En menos de dos años se ha creado un dominio sobre cientos de miles de kilómetros cuadrados y millones de personas. A pesar de ser atacado por todos lados por enemigos internos y externos, no ha sido degradado en un nivel apreciable, mientras que sus raíces se hacen cada vez más fuertes en las zonas que controla y expande su influencia en toda Eurasia", subraya Atran.
El antropólogo considera que tratar al EI como una forma de 'terrorismo' o 'extremismo violento' "enmascara la amenaza". "El EI está llegando para llenar el vacío donde existe "caos" y "barbarie", como en el centro de Asia y África. Y donde hay caos insuficiente en las tierras de los infieles, denominada "la Casa de la Guerra", que busca crear, como en Europa", advierte el antropólogo.
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