'The New Yorker' explica por qué Turquía invadió Irak
El pasado 4 de diciembre un batallón turco de tanques y artillería entró en territorio iraquí con el pretexto de proceder a entrenar a los militantes de las formaciones populares kurdas que luchan contra los terroristas del EI y tomó posiciones cerca de la ciudad de Mosul. El Ministerio de Defensa de Irak tildó esta presencia militar de "acto hostil" por parte de Turquía, al no haber llegado a un acuerdo con las autoridades previamente.
¿Por qué los turcos decidieron violar la frontera iraquí?, pregunta el periodista estadounidense Dexter Filkins en un artículo publicado en 'The New Yorker'. "La invasión de Irak es la más reciente maniobra geopolítica del inquieto e impulsivo presidente Recep Tayyip Erdogan", señala el autor.
La invasión de Irak es la más reciente maniobra geopolítica del inquieto e impulsivo presidente Recep Tayyip Erdogan
Según él, esta decisión de Ankara está asociada con su política en Siria. Los turcos querían obtener una ventaja en el conflicto y estar seguros de que apoyaban al futuro ganador, pero fracasaron. Tratando de derrocar al presidente sirio Bashar al Assad, Turquía ha apoyado a los grupos rebeldes más extremistas, incluido el EI. En este contexto es significativo que la ciudad de Mosul, elegida para la invasión, sea estratégica para la operación contra el grupo terrorista.
De esto modo, para Filkins está claro que Erdogan trata de volver a ser 'relevante' en el escenario mundial. "El presidente turco quiere ser parte de todo lo que pasa en Mosul, y el envío de tropas se lo garantiza", afirma.
Tal vez esta política funcione, concluye Dexter Filkins, pero existe el peligro de que la situación se salga fuera de control, teniendo en cuenta la intervención de numerosos países en el conflicto sirio.