Un atasco de 10 días en China
Un atasco ingente de más de 100 kilómetros continúa por décimo día en la carretera que enlaza la capital china con el noroeste del país. El embotellamiento se debe a las obras de mantenimiento en Pekín que no se completarán hasta mediados del próximo mes.
El tránsito en la ruta Pekin-Zhangjiakou se ralentizó drásticamente el 14 de agosto en parte por la circulación de camiones pesados. La situación empeoró cinco días más tarde, al comenzar las obras. Los vehículos no lograban avanzar más de un kilómetro al día.
Las autoridades trataron de acelerar el tráfico permitiendo a más camiones entrar en Pekín, especialmente por la noche. También pidieron a las empresas de transportes que suspendieran las operaciones y aconsejaron a los automovilistas tomar otras rutas. La situación mejoró durante el fin de semana, pero no se sabe cuándo podrá volver a la normalidad.
A pesar de sus inconvenientes, el atasco resultó beneficioso para algunos: se convirtió en un filón para los habitantes de los pueblos adyacentes a la carretera, que venden fideos y tentempiés a precios elevados a los conductores, que matan el tiempo durmiendo, paseando o jugando a los naipes o al ajedrez.
La sección afectada de la carretera ha estado congestionada con frecuencia, sobre todo después de que se descubriesen yacimientos de carbón en Mongolia Interior. El tráfico ha ido aumentando en un 40% anual, según indicó el director de la Oficina de Gestión de Tráfico de la ciudad de Zhangjiakou, Zhang Minghai.
La red de carreteras del país está sobrecargada a causa de un crecimiento rápido del número de vehículos privados así como de camiones que suministran comida y carbón a las urbes. Pero un atasco de 10 días es insólito incluso en China.