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Las cinco armas de la OTAN que apuntan hacia Rusia
En este arsenal destacan tanto algunos viejos conocidos como otros proyectos que aún se encuentran en fase de desarrollo.
En su nuevo artículo, el analista militar de 'The National Interest', Dave Majumdar, analiza las cinco armas de la OTAN que apuntan hacia Rusia y que la alianza atlántica podría utilizar en Europa.
Los submarinos Virginia
Mientras que los rusos han invertido muchos recursos en nuevos submarinos, la Marina de Estados Unidos apuesta por su flota de ataque clase Virginia, que "seguirá creciendo y mejorando".
Dave Majumdar recuerda que el secretario de Defensa norteamericano, Ashton Carter, ha anunciado que el último presupuesto armamentístico de su país incluye una inversión superior a los 8.100 millones de dólares en 2017 y más de 40.000 millones en los próximos cinco años, para garantizar que tenga la fuerza de submarinos "más letal" del mundo.
F-35, un caza polivalente
Según el autor del artículo, el F-35 —uno de los proyectos de defensa más costosos y problemáticos en la historia de EE.UU.— a pesar de todos sus problemas, tiene el potencial de convertirse "con el tiempo" en "un arma formidable".
Esta aeronave "no será la más rápida, ni la más fácil de manejar, ni siquiera la mejor armada —en muchos de esos apartados será inferior a las actuales e, incluso, las anteriores generaciones de aviones de combate—", pero tiene algunas ventajas clave, como "sus sensores, su sigilo" o "sus potentes sistemas de guerra electrónica", destaca Majumdar.
Con todo, el analista reconoce que este caza "no es el ideal" para hacer frente a enemigos como Rusia o China y que "el F-35 no es un avión perfecto, ni siquiera es necesariamente bueno", pero es la apuesta estadounidense "para bien o para mal", así que tanto sus aviadores como los de los países de la OTAN "tendrán que hacer que funcione, también en Europa".
LRS-B, un bombardero de ataque de largo alcance
Teniendo en cuenta "la destreza de Rusia" a la hora de perfeccionar sus defensas aéreas —en particular, sus esfuerzos en la mejora de los radares de baja frecuencia, capaces de rastrear aviones furtivos del tamaño de un caza— este autor considera que el bombardero de ataque de largo alcance (LRS-B), que se desarrollará en la próxima década, será "fundamental" para amenazar a los objetivos ubicados en el interior del territorio ruso.
Si bien el programa LRS-B es extremadamente secreto, el escritor de la publicación desvela que, entre los requisitos que deberá cumplir este nuevo bombardero invisible, está la capacidad de penetrar "en los más densos sistemas de defensa aérea, incluidos aquellos respaldados por radares de baja frecuencia".
El tanque Leopard 2
El Leopard 2A7 es el último modelo de una larga serie de tanques alemanes y el periodista vaticina que seguirá formando "la columna vertebral" de la Bundeswehr (las Fuerzas Armadas alemanas) y de otras potencias de la OTAN. Este vehículo, que entró por primera vez en servicio en 1979, ahora dispone de un cañón L55 más largo, que ofrece un rendimiento mucho mayor contra los tanques enemigos que poseen un gran blindaje.
Sin embargo, una de sus limitaciones "autoimpuestas", según Majumdar, es que Alemania se niega a añadir uranio empobrecido en sus proyectiles, lo que significa que tiene que utilizar materiales alternativos, como el tungsteno. Este elemento ofrece limitaciones y genera dudas sobre si perforía la estructura de los últimos tanques rusos. En concreto, es posible que la munición alemana no tenga suficiente energía cinética para destruir un T-80, un T-90 u, "obviamente", el nuevo T-14 Armada.
El helicóptero Boeing AH-64E Apache
El legendario helicóptero Boeing AH-64A Apache demostró ser un poderoso destructor de tanques durante la Guerra del Golfo de 1991, cuando "diezmó las fuerzas asediadas de Irak". Desde entonces, se ha modernizado muchas veces y se ha empleado principalmente para luchar contra los insurgentes en Irak y Afganistán, pero mantiene sus 16 misiles Hellfire, suficientes "para acabar con una compañía de tanques en un solo ataque", concluye Dave Majumdar.
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