Latinoamericanos detienen a un hombre que disparó contra varios niños
El 8 de octubre de 2010 poco después del mediodía (hora local), un hombre vestido completamente de negro apareció en una escuela llevando un arma del calibre 357, caminó por uno de los laterales del jardín de recreo y abrió fuego contra un grupo de niños en las afueras de Carlsbad, a unos 60 kilómetros al norte de San Diego, California (Estados Unidos).
El teniente de la policía, Kelly Cain, informó al respecto que el atacante, un anglosajón de alrededor de 20 años, llegó en un auto a las inmediaciones del colegio a la hora en que los menores estaban en el recreo. El hombre comenzó a disparar contra los niños, indicó Cain, quien señaló que durante el ataque resultaron heridos un menor de cinco años y otro de siete años, quienes fueron trasladados en helicóptero a un hospital infantil, según comunica la agencia de noticias Notimex.
Aparentemente se quedó sin munición y trató de huir.
En el momento del suceso, varios obreros -de origen latinoamericano- que se encontraban en el centro educativo haciendo trabajos de construcción fueron testigos de lo que sucedía y armados de valor consiguieron enfrentarse al atacante y reducirlo.
Al percatarse del tiroteo, un trabajador, identificado como Carlos Partida, derribó con su automóvil al agresor, quien fue detenido por otros dos obreros hasta que llegaron las autoridades.
Patida, dijo al canal 10 News de San Diego que se montó en su vehículo para golpear al sospechoso antes que los demás trabajadores le despojaran del arma y lo redujeran.
"Estaban encima de él enseguida", dijo uno de los testigos, Ed Willins. "Le infligieron un poco de justicia callejera antes de que la policía hiciera acto de presencia", añadió.
Una brigada de artificieros acudió al lugar de los hechos para examinar un tanque de propano que se encontró en el vehículo del sospechoso.
Según la agencia de información AFP al detenido confiscaron un bote con tapa hermética de gasolina y un recipiente con gas propano.
Los escolares fueron evacuados a un parque local, de donde posteriormente les recogieron sus padres.