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Historia de los censos en Rusia. 1897: ¡Viene el Anticristo!

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El 14 de octubre de 2010 empieza en Rusia el censo de población. La historia de los censos en Rusia cuenta con 113 años de edad, llenos de todo tipo de curiosidades.
Historia de los censos en Rusia. 1897: ¡Viene el Anticristo!

El 14 de octubre de 2010 empieza en Rusia el censo de población. La historia de los censos en Rusia cuenta con 113 años de edad, llenos de todo tipo de curiosidades.

El primer censo general a escala nacional fue realizado en el Imperio Ruso en 1897, en la época del último emperador ruso Nicolás II, bajo la iniciativa de Piotr Semiónov-Tian-Shanski, el legendario botánico, estadístico y geógrafo ruso que había dirigido la Sociedad Geográfica rusa por más de 40 años.

El formulario empleado contenía preguntas acerca del lugar de nacimiento del encuestado, lugar de residencia, género, edad, vínculos con el 'jefe' de la familia, estado civil, fe, lengua natal, alfabetización, ocupación (profesión) y defectos físicos (si había). Los resultados se compilaron y publicaron a lo largo de 8 años de trabajo, en 1905.

El Advenimiento del Anticristo

El propio proceso del censo se enfrentó con muchas dificultades. Por la falta de información entre la población surgieron rumores de que se trataba de introducir nuevos impuestos, también se habló del desplazamiento forzoso a tierras no cultivadas de Siberia, de un reclutamiento total y de muchas otras teorías. Entre las más extravagantes encontramos que en una tal Besarabia había fallecido mucha gente (en realidad, el nombre Besarabia corresponde a un territorio del Imperio Ruso en la parte oriental del principado de Moldavia) y hasta allí iban a desplazar a las viudas jóvenes sin hijos para que se casaran con unos árabes heterodoxos. El censo también se consideró una señal del Advenimiento del Anticristo: se conoce un caso en el que un grupo de 25 fanáticos religiosos se enterraron vivos bajo tierra para no someterse al censo ya que les parecía un pecado mortal.

Antón Chéjov: "Entre los presidiarios hay uno que se llama Napoleón"

Entre los registradores había muchas personalidades destacadas de la época, ya que consideraban que un censo nacional era una oportunidad histórica única que permitía recoger los datos sobre la población del país. Uno de ellos fue Antón C, médico, escritor y dramaturgo, autor de 'La Gaviota', 'Tío Vania', 'Tres hermanas', 'El Jardín de los cerezos' y muchas otras obras conocidas. Para el año 1897 Chéjov era ya un estadístico con experiencia. En la década de los 90 del siglo XIX emprendió, por su propia cuenta, el censo de la población de la isla de Sajalín, en el mar de Ojotsk, en la frontera con Japón (está separado de Hokkaido por el estrecho de la Pérouse), la primera en toda la historia de esa zona: desde mediados del siglo XIX Sajalín alojaba una colonia de condenados al exilio.

A partir de aquella experiencia Chéjov publicó su libro 'La Isla de Sajalín' con historias de habitantes de la región y con sus notas: "A veces un hombrecillo ruso ortodoxo a la pregunta acerca de su nombre dice que se llama Karl. Es un vagabundo que en su traslado en convoy se intercambió el nombre con un alemán (...). Entre los presidiarios hay uno que se llama Napoleón. Hay muchos apellidos muy curiosos: Zhelúdok (literalmente estómago), Zevaka (fisgón) o Bezbozhni (sin fe)".

En cuanto al censo nacional de 1897, en el que había funcionado como un registrador voluntario en una de las zonas en los alrededores de Moscú, Chéjov escribió: "Ya estoy harto de todo esto ya que tuve que contar y escribir hasta que me empezaron a doler los dedos y dar clases a otros 15 registradores. Los registradores trabajaban muy bien. Pero los funcionarios locales que estaban encargados de efectuar el censo en sus territorios administrados, se comportaban abominablemente. No hacían nada, entendían muy poco y en los momentos más difíciles fingían que habían caído enfermos".

Vladivostok: la ciudad de los novios

El censo nacional también presentó algunos datos registrados muy curiosos. Por ejemplo, Vladivostok (el puerto ruso más importante del Océano Pacífico, a unos 9.300 kilómetros de Moscú) resultó ser "la ciudad de los novios": contaba con 27.361 hombres frente a 4.535 mujeres, lo que presuponía que las mujeres podían elegir sobradamente con quién casarse en aquel momento.

Para registrar a la población femenina en aldeas y pueblos, los funcionarios se enfrentaron con otro problema: a la pregunta del nombre y el patronímico de su esposa, un campesino solía contestar: "Pero, ¿nombre y patronímico? ¡Una mujer es una mujer y no tiene otro nombre!".

Nicolás II: Dueño de las tierras rusas

El emperador Nicolás II, por su parte, se mostró modesto cuando en la línea de 'ocupación' en el formulario indicó: "Dueño de las tierras rusas".

Según el censo nacional de 1897, el país contaba con 125.640.021 habitantes, 16.828.395 (un 13,4 %) de ellos en ciudades.

Este padrón resultó ser el primero y el último en la historia del Imperio Ruso. Después llegó la época soviética que cambió totalmente el modo de vivir en el país y los métodos estadísticos también.


Leer más:

Leer Parte II: HISTORIA DE LOS CENSOS EN RUSIA. 1920 Y 1926: BOLCHEVISMO ES REGISTRO

Leer Parte III: HISTORIA DE LOS CENSOS EN RUSIA. 1937 Y 1939: LA ERA ESTALINISTA

Leer Parte IV: HISTORIA DE LOS CENSOS EN RUSIA. 1959 - 1989: LOS PASTORES MATUSALENES

Leer Parte V: HISTORIA DE LOS CENSOS EN RUSIA. 2002: LOS ELFOS, UNA NUEVA TRIBU RUSA

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