El Gobierno de EE. UU. busca facilitar las escuchas telefónicas
El Gobierno estadounidense pretende reforzar la ley que requiere a las empresas telefónicas conceder el acceso a sus redes para agencias de seguridad, según informó The New York Times.
De acuerdo con esa ley, aprobada en 1994, las empresas de comunicaciones tienen que diseñar su equipamiento para garantizar la intervención inmediatamente después de recibir una orden judicial.
Según los oficiales, los cambios son necesarios porque en los últimos años el ritmo de la modernización de equipos de comunicaciones ha creado obstáculos técnicos para la vigilancia electrónica.
Por ejemplo, varias grandes empresas tardan semanas o inclusos meses en cumplir con órdenes judiciales para la intervención de líneas telefónicas. El FBI tuvo que enviar a sus ingenieros para ayudar a las compañías a resolver los problemas. Este tipo de intervenciones le cuesta a la agencia unos 20 millones de dólares al año.
Se discuten las posibilidades de imponer multas a las empresas por retrasos o cobrarles la factura por las obras realizadas por los técnicos gubernamentales. También se propone obligar a las compañías a mostrar los nuevos equipos al FBI antes de instalarlos.
Las empresas se quejan de que el Gobierno quiere ralentizar su desarrollo tecnológico porque no es capaz de mantenerse al día.
El empleo de escuchas para conversaciones telefónicas aumentó tras los atentados del 11-S, al autorizar el presidente George Bush la escucha de conversaciones de los ciudadanos estadounideneses. En 2008 Bush firmó una ley que garantiza la inmunidad legal a las empresas telefónicas contra las demandas de los objetivos de vigilancia.