La Casa Blanca pide que los hispanos apoyen a los demócratas

Mientras los sondeos de la opinión pública predicen una escasa participación de los electores hispanos en los próximos comicios parlamentarios del 2 de noviembre, la Casa Blanca advirtió que los votos de este grupo serían decisivos.

Durante una rueda de prensa ofrecida a periodistas de los medios informativos en español, el presidente Barack Obama señaló: “Mi esperanza es que la comunidad latina tenga claro que hay una decisión en la elección venidera, una decisión que ayudará a determinar cuánto progreso puede lograrse en los próximos años o si retrocedemos en formas que terminen siendo muy dañinas para la comunidad latina".

“En cada área, hemos logrado progreso, —instó el mandatario—. Tal vez no tanto como la gente quisiera, pero nos estamos moviendo en la dirección correcta. El otro partido (los republicanos) está interesado en revertir todo ese progreso. No podemos premiar eso".

Efectivamente, en estos comicios de medio período presidencial los demócratas corren el riesgo de perder la mayoría que durante estos dos años han detentado en la Cámara Baja, debido al descontento del electorado por la recesión y el desempleo. Pero la comunidad hispana tiene un asunto especial con el gobernante partido demócrata y el propio presidente. Muchos consideran que Barack Obama y los demócratas han perdido el apoyo de la comunidad latinoamericana al no hacer realidad la prometida reforma migratoria.

Existe también una opinión irónica de que el rechazo de la reforma migratoria por parte de los republicanos no es solo un punto del programa electoral del propio partido, sino también de la formación demócrata: es decir, estaba previsto desde el comienzo de la campaña por el despacho de Obama.

Todas las encuestas realizadas en octubre indican que las principales minorías étnicas —como son los de color oscuro de piel y los latinos— están desanimados en su mayoría ante la perspectiva de una nueva votación y no saldrán a las urnas el 2 de noviembre. En cuanto a la comunidad hispana, el apoyo de los demócratas sigue siendo alto entre los electores activos, pero se pronostica un descenso importante en la participación si se compara con el 71% que apoyó a los demócratas en las elecciones al Congreso de 2006.

Los expertos destacan tres estados en los que el voto hispano desempeñará un papel clave especial este noviembre: son California, Nevada y Florida. Al mismo tiempo que los líderes locales del partido demócrata intentarán persuadir a los electores potenciales que sean capaces de cambiar la legislación migratoria, en los demás estados los republicanos propondrán nuevas medidas restrictivas contra los oriundos de países de América Central y el Caribe que se encuentran en Estados Unidos sin permiso ni invitación oficial.

Así, en Arizona, Pensilvania y doce estados más los republicanos cultivan la idea de que la redacción vigente de la 14ª enmienda constitucional que garantiza la ciudadanía a todos los bebés nacidos en territorio estadounidense, quienes son “sujetos a la jurisdicción de este país”, no sea aplicable a los hijos de los inmigrantes ilegales. Conforme a su opinión, esas familias no poseen una relación de lealtad y apego total a EE. UU., que sí tienen sus ciudadanos legítimos. Por eso el texto actual, dicen, “distorsiona la intención de la enmienda” e “incentiva grandemente a los invasores extranjeros para que violen nuestras fronteras y leyes”. Los republicanos de varios estados ya están elaborando un anteproyecto de ley que les negaría la ciudadanía a los hijos de los inmigrantes indocumentados, por mucho que residan en el país.