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El Senado francés aprueba la reforma de la jubilación

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El Senado francés tras semanas de debates aprobó la reforma de la jubilación a pesar de las múltiples huelgas y las manifestaciones.

El Senado francés tras semanas de debates aprobó la reforma de la jubilación a pesar de las múltiples huelgas y las manifestaciones.

El proyecto de ley de la reforma fue respaldado por 177 senadores y rechazado por 153. En total en la votación participaron 339 de los senadores.

Ahora las dos variantes del proyecto de la reforma, que ya fue aprobado tanto por la Asamblea Nacional de Francia (la Cámara Baja del Parlamento del país) y el Senado tiene que unificar la comisión interparlamentaria. La votación definitiva de ambas cámaras pueda celebrarse ya a principios de la semana que viene.

Los debates en el Senado tardaron 140 horas y fueron los más prolongados desde el año 1986 (cuando fue examinada la cuestión de la privatización de la cadena de televisión TF1).

El presidente Nicolas Sarkozy defiende la reforma en la necesidad de economizar en las jubilaciones y cubrir el déficit del sistema de pensiones que en 2018 ascenderá a 44.000 millones de euros (61.000 millones de dólares). La mayor parte de dicha reforma será financiada con el aumento de las edades, y el resto provendrá de impuestos diversos sobre determinados productos financieros por 5.000 millones de euros anuales.

La reforma que llevó adelante el ejecutivo francés, elevará de 60 a 62 años la edad mínima para jubilarse, de 65 a 67 años la edad para cobrar una pensión completa y de 40,5 a 41,3 los años de aportes. Dicha reforma, es rechazada por sindicatos y la oposición de izquierda por considerarla 'injusta' pues el grueso de la carga financiera de las futuras jubilaciones recaerá en los más modestos. Con esta reforma, Francia se acerca a sus vecinos europeos, aunque los expertos consideran que es la más dura.

El proyecto de la reforma ha causado una nueva ola de las protestas por todo el país. Desde las 12 de octubre en muchos sectores se inició una huelga general ilimitada.

Las protestas, que en los últimos diez días se concentraron en el sector petrolero en vísperas de 10 días de vacaciones de la 'Toussaint' (Día de todos los santos) que arrancan el 23 de octubre, llevaron al Gobierno a tomar medidas para frenar la amenaza de un colapso por falta de combustible. En el país no funcionan las 12 refinerías de petróleo, en las gasolineras se cierran los depósitos del combustible. Por ejemplo para el 22 de septiembre seguían bloqueados 14 de los 219 depósitos del país y el 20% de las 12.300 gasolineras de Francia seguían sin suministro, según el ministro de Energía, Jean Louis Borloo.

El tráfico ferroviario seguía perturbado, la recolección de residuos afectada en Marsella, Toulouse y Brest, y manifestaciones sectoriales tenían lugar en diversos puntos del país.

En muchas ciudades galas se celebran protestas en las que participa activamente la juventud. A ellos se juntan los 'antisistema' así las manifestaciones suelen terminar con graves desórdenes públicos. Desde el 12 de octubre ya fueron detenidas aproximadamente 2.200 personas.

Las centrales obreras convocaron a dos nuevas jornadas nacionales de protesta: el jueves 28 de octubre y el sábado 6 de noviembre.

Todo indica que la vuelta a la normalidad llevará todavía mucho más días.

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