Continúa la 'guerra de la basura' en Nápoles
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, prometió poner fin a la 'crisis de la basura' en Nápoles y destinar 14 millones de euros a renovar el vertedero de Terzigno, pero todo parece haber sido en vano: la zona continúa siendo el escenario de protestas y enfrentamientos con la policía. Unos 20 policías han sido heridos en los disturbios con unos 2.000 manifestantes durante la noche. Los ciudadanos han arrojado piedras y pirotecnia protestando contra el basurero de Terzigno y los planes para la apertura de otro depósito de desperdicios en la zona.
La tercera ciudad más importante de Italia amaneció con autos quemados, desprendiendo largas columnas de humo negro y con ramas de árboles bloqueando las carreteras.
Intentando calmar a los vecinos, Berlusconi aseguró que el mal olor de los desechos tóxicos no tiene impacto alguno sobre la salud pública. Sin embargo, en comparación con otras ciudades italianas, es allí donde se registran los más elevados índices de cáncer de hígado debido supuestamente a los basureros ilegales y a la incineración de desechos que contamina el aire, el agua y la tierra.
La Comisión Europea amenaza a Italia con sanciones si el país no lograra gestionar eficazmente la crisis. En ese caso Italia tendría que pagar una sanción de varios millones de euros.