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La clase media brasileña: el resultado principal del gobierno de Da Silva

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Los candidatos a las elecciones presidenciales en Brasil afrontan su última semana de campaña. Dilma Rousseff y José Serra se enfrentaron en el penúltimo debate por televisión antes de la segunda vuelta, el 31 de octubre. Recordemos que Dilma Rousseff, la candidata oficialista, mantiene una ventaj

Los candidatos a las elecciones presidenciales en Brasil afrontan su última semana de campaña. Dilma Rousseff y José Serra se enfrentaron en el penúltimo debate por televisión antes de la segunda vuelta, el 31 de octubre.

Recordemos que Dilma Rousseff, la candidata oficialista, mantiene una ventaja sobre su adversario, según las encuestas. Durante el encuentro, los políticos polemizaron sobre asuntos como infraestructura, tecnología, educación, salud, empleo y seguridad. Serra continuó interviniendo contra Lula da Silva, mientras que Rousseff habló de sus éxitos y la buena marcha económica.

Según han señalado varias estadísticas después de la primera ronda electoral, un elemento clave que no permitió ganar a la candidata oficialista en la primera vuelta fue el descenso de su popularidad, especialmente entre la clase media, tras un serio escándalo de corrupción.

La nueva clase media brasileña, surgida en los últimos ocho años como consecuencia de la reducción de la desigualdad entre pobres y ricos, es uno de los logros sociales del actual presidente, y quizá el estrato de la población que más se ha beneficiado de la política del gobierno de Lula.

Compran electrodomésticos, automóviles y otros bienes de consumo. Gracias a los créditos a largo plazo, hasta llegan a tener una casa propia, algo que sus antepasados ni siquiera se animaron a soñar. La nueva clase media brasileña consiste en unos treinta millones de personas que, en los últimos ocho años, dejaron de ser pobres para pasar a formar parte del grupo que gana entre 655 y 2.800 dólares.

Bastante característico es el ejemplo de Selmita Guimaraes, que se dedica a la peluquería. Nació en Rocinha, la mayor favela y la más pobre de Latinoamérica. Toda su vida transcurrió en ese lugar de hacinamiento, donde las aguas negras corren a cielo abierto, a falta de un sistema de alcantarillado. Pero la peluquería que funcionaba en su casa comenzó a crecer, y gracias a una línea de créditos populares, tres años atrás pudo comprarse una casa en São Conrado y alquilar un local en este barrio de clase media.

“De pequeña, mi vida en Rocinha fue muy difícil. Éramos cinco hermanos y vivíamos en una casa de madera. Nunca pensé que iba a poder concretar algo así. Eran tantas las dificultades... Todo esto que tengo hoy no eran más que meros sueños”, contó a RT.

El cambio de barrio le permitió también a Selmita incrementar las tarifas por sus servicios y mejorar así sus ingresos. Su hijo de doce años asiste a una escuela pública en su nuevo barrio.

Esta nueva clase media es el principal sostén de la altísima popularidad con que concluye su gestión el presidente Lula Da Silva. Incluso la oposición reconoce este logro y la necesidad de continuar en la misma senda… La misma clase ha resultado muy exigente en los asuntos morales de la primera ronda electoral.

Junto con el nacimiento de esta nueva clase media, otra de las características del momento actual que vive Brasil es la reducción de la desigualdad económica. Aunque el país sigue estando entre las diez naciones con peor distribución de la riqueza, luego de varias décadas, la tendencia ha comenzado a revertirse.

“Pienso que el principal símbolo del gobierno de Lula es el surgimiento de esta nueva clase media. El crecimiento de Brasil es bien diferente al de China y la India. Si bien esos países se han desarrollado económicamente más que nosotros, la desigualdad allí está aumentando. Brasil tiene menores niveles de crecimiento económico, pero la desigualdad aquí está disminuyendo. Y un proceso semejante está teniendo lugar en toda América Latina”, aseguró Marcelo Cortes Neri, director de Políticas Sociales de la Fundación Getulio Vargas.

Este experto considera que, aunque el programa de ayuda social más popular, llamado 'Bolsa Familia', ha sido esencial para reducir los índices de pobreza, el principal factor económico que dio impulso a esta nueva clase media fue la consolidación del empleo estable.

'Bolsa familia' fue importante para lograr la reducción de la pobreza. Pero el 70 por ciento del aumento de los ingresos en Brasil deriva de un incremento de la renta proveniente del trabajo, y eso es lo que da sostenibilidad a este modelo a largo plazo”, explicó Neri.

Además de un empleo más estable, esta clase media tiene también mejor educación. A comienzos de los años 90, un 16 por ciento de los chicos estaba directamente fuera del sistema educativo. Y ahora ese número se ha reducido al 4 por ciento.

En dos décadas la nueva clase media brasileña creció del 30 al 50 por ciento. De todas formas, aún hay millones de personas que viven en la miseria y que siguen esperando políticas que impulsen una distribución más justa de las enormes riquezas de este país.

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