El desempleo juvenil amenaza con crear una 'generación perdida'

El desempleo juvenil ya ha alcanzado niveles récord en todo el mundo, según muestra el estudio presentado días atrás por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Según el informe, la tasa de desocupación entre los jóvenes menores de 24 años saltó del 11,9 % en 2007 aa 13% en 2009, lo que representa el índice mundial más alto de la historia.

En América Latina el promedio es aún mayor: asciende al 16% de jóvenes desocupados. Con todo eso, si años atrás los estudios y la capacitación eran el recurso infalible que permitía salir de una situación de desempleo en la región, actualmente la desocupación es muy frecuente también entre profesionales y gente que ha puesto en marcha todos los recursos a su alcance en su búsqueda laboral. Esto lo reflejan las historias de dos ciudadanas de Argentina.

Al terminar la escuela secundaria Eugenia García se lanzó a estudiar Comercio Internacional en una prestigiosa universidad privada de Buenos Aires, esperando poder colocarse sin problemas en un trabajo digno en el futuro. Sin embargo, la realidad la golpeó duro cuando fue a buscar empleo con su título bajo el brazo.

“Yo en unos años me veía trabajando en una empresa, con años de experiencia, cómoda, en la parte de importación y exportación logística o de aduanas". Ante la falta de trabajo, Eugenia siguió con su formación, pero la situación no varió sustancialmente. "Me paso toda la semana mandando currículums a avisos que salen en Internet, en el diario o donde sea. He mandado el currículum a empresas que no buscaban, pero aunque sea para que quede el currículum en la empresa, por si en algún momento queda libre algún puesto  o algún trabajo. Y la verdad es que ni siquiera me llamaron para una entrevista... nada”, dijo.

Eugenia recién comienza su vida profesional, pero la situación se repite en el caso de la gente que hace algunos años terminó ya sus estudios. De este modo, María Marta Colasuono se licenció en Relaciones Públicas ya hace varios años, pero todavía está desocupada y todas sus búsquedas han resultado también infructuosas. “Empecé a buscar trabajo y no encontré nunca de lo que yo buscaba. Siempre acepté trabajos que me servían económicamente para el momento. Pero bueno, de lo que yo estudié nunca pude conseguir nada. Lo único que sé es que los que alcanzaron a trabajar de esta carrera son aquellos que tenían vínculos fuertes en las empresas y en el gobierno”.  

Los especialistas advierten que el aumento del desempleo entre los menores de 24 años podría producir lo que se conoce como una 'generación perdida' de jóvenes que salieron al mercado laboral y perdieron toda esperanza de conseguir un trabajo que les garantice una vida decente. 

Además, destacan que la amenaza del desempleo afecta incluso a quienes tienen trabajo, ya que terminan por aceptar condiciones laborales muy precarias, con bajos sueldos y largas jornadas, con tal de no pasar al grupo de los excluidos del mundo laboral.

En este sentido la OIT ha planteado la necesidad urgente de que los gobiernos pongan en marcha políticas activas para combatir un flagelo que amenaza a todos.