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Exministro de Defensa de EE.UU. repasa los 3 errores más graves de Washington en relación a Moscú
La clase política estadounidense es responsable del agravamiento de las relaciones entre Moscú y Washington, según el exministro William Perry.
La falta de consideración de los intereses rusos por parte de EE.UU. tras el final de la Guerra Fría ha agravado las relaciones entre ambos países, afirma el exministro de Defensa estadounidense William Perry.
Durante una conferencia organizada este miércoles en Londres por el diario británico 'The Guardian', Perry, que fue secretario de Defensa en el Gobierno de Bill Clinton entre 1994 y 1997, recordó los significativos avances alcanzados por ambos países en los primeros años tras la desintegración de la URSS, incluso en el ámbito de la cooperación militar. Unos logros que -según él- se quedaron en nada por culpa de la clase política de Washington y su actitud despectiva hacia Moscú.
Según él, uno de los primeros y principales errores de la OTAN consistió en emprender su expansión hacia el este, en particular hacia los países colindantes con Rusia.
"En aquel momento estábamos cooperando activamente con Rusia, que empezaba a acostumbrarse a la idea de que la OTAN podría ser un amigo más que un enemigo. Pero los rusos se sentían incómodos con la OTAN en su misma frontera y nos instaron firmemente a que no lo hicieramos", dijo Perry.
El asunto no fue discutido en relación a sus ventajas, sino bajo el enfoque de '¿a quién le importa lo que piense Rusia?'
El exministro subraya que el entonces vicepresidente Al Gore estaba seguro de que EE.UU. no debía tomar en cuenta la postura de Rusia al respecto.
"Fue entonces cuando nos metimos en este camino resbaladizo", dijo Perry.
Otra equivocación de EE.UU. fue la decisión de desplegar componentes de su escudo antimisil en el este de Europa. "El asunto no fue discutido en relación a sus ventajas, sino bajo el enfoque de '¿a quién le importa lo que piense Rusia?'", se lamentó Perry, que calificó el proyecto de "despilfarro contra amenazas hipotéticas".
El tercer error, según él, fue el apoyo a las revoluciones de colores en las antiguas repúblicas soviéticas, principalmente en Georgia y Ucrania, lo que condujo al enfrentamiento entre Moscú y Occidente.
Perry advirtió que las tensiones actuales entre Rusia y la OTAN pueden "volverse muy peligrosas" y abogó por una reducción drástica de los arsenales nucleares de ambos países.
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