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"EE.UU. está maldito y el nuevo armamento no detendrá el debilitamiento de su poderío"
Los crecientes gastos, el envejecimiento de material bélico y la negligencia de los contratistas están haciendo a EE.UU. cada vez más vulnerable.
El precio que pagarán los militares será catastrófico
Una fuerte y fiable Armada siempre ha sido la prioridad militar de EE.UU. Pero desde la década de los 80 el número de buques ha pasado de 600 a 272.
EE.UU. está perdiendo capacidad de combate. Cada vez depende más de equipos que pese a las ventajas que proporcionan, albergan enormes riesgos potenciales.
Numerosos analistas militares aseguran que EE.UU. ya no necesita tantos buques debido a los avances tecnológicos, entre otros ámbitos, de armamento. El Tratado de Reducción de Armas Estratégicas START III fijó el traslado de armas nucleares desde la tierra y el aire al fondo del mar, señala la revista 'TheTrumpet'.
Actualmente el 50% de las armas nucleares de EE.UU. se encuentran en el mar, pero se espera que el porcentaje se eleve al 70% en 2018.
Sumergibles dotados con misiles balísticos albergan la parte principal del poderío nuclear de EE.UU. El problema es que este está envejeciendo y su reemplazo exige una elevada financiación. Sustituir un submarino tipo Ohio demandará más de 10.000 millones de dólares. La Armada ya ha desembolzado más de 100.000 millones de dólares para el diseño y construcción de nuevos submarinos con este fin.
El medio asegura que uno de los nuevos submarinos de ataque, el Minnesota, que fue incorporado en 2013, costó 2.700 millones de dólares y la adquisición fue calificada de gran éxito. Sin embargo, no está operable por haber sido construido con defectos de fabricación en piezas y en el montaje del sistema de propulsión.
Según 'Navy Times', una inspección reveló que un tubo valorado en 10.000 dólares se ajustaba a las especificaciones solo en apariencia. Los defectos fueron encubiertos para que el submarino aprobara la inspección.
El análisis de dos submarinos construidos posteriormente reveló semejantes defectos, y el Ministerio de Justicia ha abierto una investigación.
"Cuando la Armada debe ampliar sus operaciones con presupuestos limitados, este ejemplo de fraude solo aumenta la deplorable situación de EE.UU. Tras invertir más de 6.000 millones de dólares, la Armada recibió tres nuevos submarinos que no son navegables o que pueden poner en riesgo a sus tripulaciones si emprenden una misión", resume 'The Trumpet'.
Estos sumergibles van sustituyendo a los envejecidos, que son más caros de mantener y menos eficaces.
"¿Pero qué sentido tiene este remplazo si los contratistas estadounidenses piensan más bien en el ingreso que en su deber de fabricar equipos conforme a las condiciones técnicas?", se pregunta 'The Trumpet'.
Por otra parte, el caza polivalente F-35 está siendo incorporado con defectos ya conocidos. "El precio que pagarán los militares será catastrófico", subraya el medio.
"Nuestro país está maldito y los nuevos sistemas de material bélico no detendrán el debilitamiento de nuestro poderío", agrega.
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