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Pyongyang prefiere arroz y materiales como ayuda

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Las autoridades norcoreanas señalaron que preferirían el envío de arroz a los 8.4 millones de dólares de ayuda en alimentos transformados y medicinas que le ofreció Corea del Sur para aliviar las consecuencias de las graves inundaciones sufridas durante el temporal de agosto.
Pyongyang prefiere arroz y materiales como ayuda

Las autoridades norcoreanas señalaron que preferirían el envío de arroz a los 8.4 millones de dólares de ayuda en alimentos transformados y medicinas que le ofreció Corea del Sur para aliviar las consecuencias de las graves inundaciones sufridas durante el temporal de agosto.

El gobierno de Seúl ofreció a la República Democrática Popular de Corea (como se denomina oficialmente el estado norteño de la península coreana) una ayuda en alimentos transformados y medicamentos. Evaluó el volumen dispuesto a entregar al vecino norteño en 10,000 millones de wones, lo que equivale a 8.4 millones de dólares estadounidenses.

En respuesta, Pyongyang pidió hoy a Seúl el envío de arroz, equipamiento y materiales de construcción para paliar dichos daños, lo que se interpretaría como una buena señal entre los dos países que viven una fuerte tensión desde el hundimiento en marzo del buque surcoreano "Cheonan", atribuido a un torpedeo norcoreano. Con todo eso, la levedad del asentimiento más bien parece a una concesión ante la gravísima situación humanitaria que prevalece en el norte de la Península.

Como una muestra de su buena voluntad, las autoridades la República Democrática Popular pusieron en libertad este mismo día a siete pescadores surcoreanos y chinos integrantes de la tripulación del barco "Daeseung 55", que fue interceptado a comienzos de agosto en la zona exclusiva económica del país, y entregaron el pesquero mismo a sus propietarios.

Esta última decisión tuvo  "razones humanitarias", explicó la agencia oficial de información de Pyongyang, ya que los pescadores reconocieron la gravedad del acto de infracción y se comprometieron a no hacerlo de nuevo.

Esta nueva etapa de comprensión mutua entre las dos naciones no impidió que los comunistas de Pyongyang recordaran en un comunicado oficial lo peor de la historia peninsular y reiteraran sus acusaciones a Estados Unidos que “ocupó ilícitamente el Sur de Corea para establecer allí su dominio colonial”. Esta vez no  fue el líder nacional Kim Jong-il, sino un Instituto Jurídico de la Academia Nacional de Ciencias el que solicitó que el país retire sus tropas de la zona.

Los expertos del Instituto recordaron que “los golpes demoledores asestados por el Ejército popular revolucionario coreano en conjunto con las Fuerzas Armadas de la Unión Soviética llevaron a una derrota completa al Ejército de Kwantung, a un cambio brusco de la situación político-militar y por fin a la rápida capitulación de Japón”. Pese a esto, Washington con el pretexto del desarme de las tropas japonesas declaró el territorio al sur del paralelo 38º como zona de ocupación.

La llegada de las fuerzas estadounidenses al sur de la península coreana “resultó ser una infracción grosera de la soberanía de la nación coreana, las leyes internacionales y los acuerdos sobre Corea”, se enfatiza en el comunicado. El gobierno estadounidense sigue aprovechándose del actual sometimiento del Sur, opinan los autores.

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