¿Rehabilitado? Sale en libertad el primer asesino serial de Uruguay
El primer asesino en serie de Uruguay se llama Pablo Goncálves y luego de 23 años de condena, salió en libertad.
El fin del encierro del Goncálves no disipa el temor y la preocupación que generó desde la época de sus crímenes en la conservadora ciudadanía uruguaya.
A los 22 años, aquel por entonces joven confesó el asesinato de 3 mujeres entre 1991 y 1993, y luego de investigaciones, fue sentenciado a 30 años de prisión, máxima pena de la justicia uruguaya, pero gracias a beneficios procesales logró salir en 23 años, reseña BBC.
El asesino serial de Carrasco
El perfil de Goncálves era atípico y por eso, al principio de las investigaciones, la justicia no podía dar con él. Era estudiante universitario, hijo de un reconocido diplomático y vivía en uno de los mejores barrios de clase alta de Montevideo, Carrasco.
Goncálves causó pánico y sorpresa en la sociedad uruguaya a principios de los años 90, cuando fue aprehendido por violar y asesinar a tres jóvenes.
Luego de casi un año del primer asesinato, las autoridades dieron con Goncálves y en las primeras entrevistas confesó los otros dos asesinatos.
Las victimas fueron Ana Luisa Miller (26), Ana Gabriela Castro Peña (15) y María Victoria Williams (22). Sin abundar en los detalles de los crímenes, los tres contaban con un punto en común: el lugar de las muertes era su misma zona residencial.
Su fotografía y nombre acapararon titulares en los principales medios del Uruguay y la justicia lo condenó a la máxima pena: 30 años de cárcel.
Durante su condena, pudo estudiar tres carreras universitarias, conoció el amor, se casó, fue padre e incluso se divorció. Compartió sus conocimientos en el idioma inglés a otros reos y estuvo ausente del contacto con la sociedad, que aún lo ve con recelo por su pasado criminal.
Una de las dudas que surge de su liberación es si su rehabilitación ha sido completa. El debate en la sociedad uruguaya se ha abierto y hay muchos que desconfian de las intenciones de Goncálves, luego de 23 años de presidio.
El desafío de rehacer su vida
Ahora, con 46 años y un estigma social difícil de ocultar, Pablo Goncálves prepara la 'reconstrucción' y su reinserción en la vida pública.
Ha decidido alejarse de los espacios capitalinos y vivir en una zona rural cercana a Montevideo llamada Salto, paradójicamente, lugar de nacimiento de una de sus víctimas: María Victoria Williams.
Diversos especialistas no coinciden sobre lo que realmente podría pasar por la mente y sobre el futuro de Goncálves, una vez que recorra las calles libremente de nuevo.
Tal es la opinión de Germán Aller, abogado y criminólogo citado por Clarín respecto al caso del asesino serial charrúa, quien afirma que "no necesariamente volverá a cometer los crímenes" por los cuales fue juzgado y confía en la colaboración de la misma sociedad para hacer posible su reinserción.
Un planteamiento distinto sostiene el también criminólogo Claudio Stampalija, quien basado en estadísticas internacionales, indica que en los casos de asesinatos múltiples, la reincidencia es muy elevada.
"Cuanto más larga es la condena, más reincidencia existe", comentó quien es también director del Centro de Estudios para la Prevención del Delito de la Universidad de Belgrano, en Argentina, citado por El Observador.
Por otra parte, la organización Mujeres de Negro del Uruguay solicitó a las autoridades judiciales un informe detallado sobre el verdadero estado mental del exconvicto y la certificación sobre si está apto para reintegrarse a la sociedad.
Thomas Ramírez Salas